- ArcomedLab imprime en 3D huesos “sintéticos” que permiten expandir el acceso a implantes en un ecosistema donde, hasta ahora, las soluciones definitivas de rehabilitación craneofacial eran prácticamente inaccesibles.
- Actualmente poseen cerca de 400 implantes instalados exitosamente en el último año, incluyendo, aparte de Chile, a México, Brasil, Perú, Argentina y España. Además, durante el primer trimestre entrarán al mercado asiático.
Una tecnología médica inédita en Chile y el mundo, hecha sobre la base de innovación e impresión 3D, es lo que la startup chilena ArcomedLab desarrolló en 2018, cuando dos de sus socios y fundadores, –el odontólogo Marcos Skarmeta y el protesista Ilan Rosenberg–, después de un viaje de formación profesional en Europa, decidieron unirse y trabajar en implantes para rehabilitación craneofacial.
Por ese entonces, ese tipo de soluciones eran prácticamente inaccesibles. De hecho, según explica Rosenberg, general manager de ArcomedLab, solo cerca del 5% de la población mundial tenía acceso a implantes personalizados de este tipo. Mientras que en nuestro país, solo se accedía a ellos a través de grandes multinacionales de manera muy exclusiva. Esa fue la principal motivación para expandir el acceso a este tipo de implantes.
Dar en el clavo aplicando innovación
Así, en un mundo donde la impresión 3D aún era incipiente, comenzaron a hacer distintas pruebas, hasta que dieron en el clavo. “A través de un escáner en 3D que realizamos a un paciente, sacamos una imagen con un software altamente especializado, con el cual diseñamos e imprimimos el implante mediante una serie de procesos innovadores, tanto así que están en trámite de patentarse”, dice Rosenberg.
La solución es además sustentable. La técnica de impresión, al no esculpir, permite todo tipo de tamaños y geometrías, y contamina menos ya que genera muy pocos residuos. Otra de sus ventajas es que reduce los tiempos. Es posible un implante personalizado en una semana en promedio, mientras que otros implantes pueden tardar hasta 8 semanas en estar disponibles para pabellón (entre proceso de fabricación e importación).
El material que usan PEEK (Poliéter éter cetona), replica porosidades a la perfección, no genera distorsión en exámenes radiográficos, permite irradiación en pacientes con cáncer y tiene mejor comportamiento en niños. Además es bioinerte, tiene una biomécanica similar al hueso humano, y en caso de complicaciones el PEEK puede ser retirado fácilmente.
Espaldas y proyecciones
La startup de techmed ha sido reconocida mundialmente por su valioso aporte al mundo de la medicina. De hecho, ganaron un concurso de innovación de la Fundación Everis, en España y Chile, lo que hizo que médicos especialistas y entidades de salud los miraran sin escepticismo. En 2018 se certificaron con el Instituto de Salud Pública (ISP) en Chile y el 2019 con la norma internacional ISO 13485/17664 y de la FDA (Estados Unidos) para procesos digitales.
Así, se ganaron también la confianza de la comunidad científica. Actualmente poseen cerca de 400 implantes instalados exitosamente en el último año, incluyendo, aparte de Chile, a México, Brasil, Perú, Argentina y España.
Entre sus planes de expansión, el primer trimestre de este año van a entrar en el mercado asiático, específicamente en Japón, y además están preparando una nueva ronda de inversión para instalarse en Estados Unidos. La meta de los fundadores es levantar US$ 3 millones.
El alcance social
Los productos de ArcomedLab tienen un fuerte impacto social, ya que son una solución
para paciente que han sufrido algún tipo de traume, accidente cerebro vasculares, malformaciones de nacimientos, cáncer, o simplemente para fines estéticos. “Es la solución estética del futuro para operaciones tan delicadas como un implante de mentón o cráneo, por ejemplo, para mujeres, hombres e incluso personas transgénero que quieren cambiar su anatomía facial”, concluye Rosenberg.
Equipo Prensa
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