- A contar de las 24 horas del sábado 10 de septiembre de 2022 y hasta las 24 horas del sábado 1 de abril de 2023, la hora oficial se adelantará en 60 minutos. Este cambio de horario puede afectar a las personas de manera similar al Jet Lag, un trastorno temporal del sueño que ocurre al viajar a través de varios husos horarios. Desde Care Assistance recomiendan prepararse con anticipación para mitigar su impacto.
El cambio de horario que se avecina puede afectarnos de diversas maneras, produciendo en algunos casos cansancio, somnolencia y otros síntomas más o menos leves, dependiendo de factores como la edad o la existencia de patologías previas.
Deliana Urbaneja, médico de Care Assistance, indica que otros efectos que el cambio de hora puede causar son falta de concentración, irritabilidad, dolor de cabeza, desorientación y falta de apetito, los que, en la mayoría de los casos, no son motivo de preocupación y desaparecen por sí solos tras un tiempo de adaptación para el organismo.
“Tu cuerpo puede llegar a adaptarse a este cambio en un lapso que va desde los tres días hasta una semana completa; sin embargo, depende de si eres una persona nocturna o
matutina, ya que esto puede determinar si para ti es más fácil el horario de invierno o de verano. Esto se debe a que todos los seres vivos tienen un reloj circadiano ubicado en el hipotálamo del cerebro, que se encarga de coordinar a todo el organismo. Este reloj usa dos señales muy importantes para sincronizarse: la luz del sol y el horario de alimentación”, explica la profesional.
Agrega que el cambio horario puede provocar trastornos del sueño y adaptación que pueden interferir en la salud de las personas de diferentes maneras. El impacto puede ser especialmente notorio en aquellas que toman ansiolíticos o antidepresivos que repercuten en el funcionamiento cerebral, en el ciclo biológico vigilia-sueño y en la estructura del sueño.
La especialista de Care Assistance entrega, además, una serie de recomendaciones para enfrentar el cambio horario de buena manera:
- Modificar la hora de las comidas y de descanso unos días antes del cambio horario. Así, la
adaptación será mucho más fácil. No es aconsejable acostarse mucho más pronto de
repente: es mejor hacerlo gradualmente.
- Establecer una rutina de sueño con horarios fijos para acostarse y despertarse una vez se
haya cambiado la hora. Además, se debe evitar dormir la siesta durante el día. Al menos,
hasta que el cuerpo se habitúe al cambio de horario y al nuevo ciclo de sueño.
- Evitar bebidas excitantes, puesto que pueden tener un efecto en el sueño. Es conveniente
reducir el consumo de bebidas como café, té o alcohol después del mediodía.
- Tampoco es bueno realizar ejercicio a última hora del día, ya que esto activa nuestro metabolismo. En general, aunque a algunas personas esto no les afecte, es mejor no realizar actividad física moderada o intensa después de las 19:00 horas.
- No comer una cena abundante, ya que de este modo la digestión será mucho más fácil. También se recomienda adelantar ligeramente la hora de esta comida para facilitar la adaptación al nuevo horario.
- Evitar las luces antes de dormir, sobre todo la de celulares, computadores, tablets o
televisores, ya que pueden hacer difícil conciliar el sueño.
- No automedicarse. En caso de tener un insomnio acusado y persistente, hay que
consultar siempre con el médico antes de acudir a medicamentos y somníferos para poder
afrontar el problema de forma correcta.
Equipo Prensa
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