Se presenta frecuentemente en personas de entre 30 y 50 años y, si bien se puede dar en ambos sexos, este cáncer afecta mayoritariamente a mujeres. Pese al alza de los casos en nuestra población, el pronóstico de sobrevida de esta enfermedad es favorable en más del 90% de los casos cuando es detectado en edades tempranas.
El cáncer de tiroides es uno de los tumores endocrinológicos más frecuentes en Chile y en el mundo. Si bien esta es una enfermedad que en más del 90% de los casos detectados tienen un muy buen pronóstico de sobrevida, en nuestro país se estima que 9 mil nuevos casos se diagnostican al año y hoy se ubica entre los siete tipo de cánceres más habituales que afectan a las mujeres chilenas.
Según explicó el doctor Felipe Contreras, cirujano oncólogo de cabeza y cuello de Clínica MEDS, “es una patología de tipo maligno que aparece en la glándula tiroides y que se debe habitualmente a un crecimiento acelerado, descontrolado, de células tiroideas en el entorno del cuello. Los factores de riesgo más identificados hasta ahora son las radiaciones ionizantes y también, hay un factor genético importante asociado y que corresponde al 10% de los casos”.
El doctor Contreras agregó que “es un tipo de tumor asintomático en la gran mayoría de los pacientes. Cuando hay síntomas, en general, son de gravedad y significa que el tumor ya está bastante avanzado. Por ejemplo, uno de los síntomas es la disfonía o la voz ronca, que es persistente y que va aumentando con el tiempo. También puede ocurrir disfagia, donde los pacientes no pueden tragar bien los alimentos sólidos y líquidos. Lo otro, es la dificultad para respirar. La disnea es un síntoma muy tardío del tumor, que ya está comprimiendo o invadiendo la tráquea y la laringe”.
El médico oncólogo de Clínica MEDS precisó que el cáncer de tiroides se presenta mayoritariamente entre los 30 y 50 años, y que tiene una sobrevida de más del 90% de los casos cuando es tratado a tiempo. “Es más frecuente en mujeres y, en general, el pronóstico es bastante bueno. Cuando aparece en los hombres, que es más infrecuente, el pronóstico es discretamente más malo. La sobrevida entre uno y otro es distinta”. Asimismo, precisó que patologías como el hiper e hipotiroidismo, que son muy frecuentes entre la población, “en general, no tienen ninguna relación causal con el cáncer de tiroides. De todos los pacientes que van a tener nódulos en las tiroides a lo largo de su vida, sólo el 5% va a desarrollar este tipo de tumor”.
Respecto de las señales que se deben estar atentos y que amerita consultar de inmediato, el especialista aseguró “esto debe ocurrir cuando la persona se detecta un bulto o un aumento de volumen en el cuello y lo otro es que visualmente se pueda ver el nódulo tiroideo desde lejos y a veces, son los familiares y amigos de los pacientes que les hacen notar que existe una anomalía desde el punto de vista cosmético”.
El oncólogo de MEDS complementó que “el examen básico para detectarlo es la ecografía cervical. Una vez que se haya detectado un nódulo tiroideo que sea sospechoso de un cáncer de tiroides, el siguiente paso es hacer un punción aspirativa con una aguja fina, que es un tipo de biopsia que se hace de manera ambulatoria con anestesia local y que lo hace un radiólogo”.
El facultativo añadió que “afortunadamente el cáncer de tiroides, en el 90% de los casos, es de muy buen pronóstico. Son tumores pequeños en la gran mayoría de las veces y con un tratamiento adecuado, que básicamente es la cirugía, tienen un excelente pronóstico de sobrevida. El post operatorio es muy bien llevado, con una estadía breve y con una muy buena adaptación al trabajo. Lo único que quedan tomando las personas siempre después de una operación es la hormona tiroidea que permite que los pacientes se mantengan con niveles hormonales normales”.
Equipo Prensa
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