Chile tiene un déficit de al menos 15 mil personas

– La demanda de competencias para impulsar el cambio y gestionar las nuevas plataformas no solo se limita a especialidades del ámbito médico, sino también ingenieros e incluso trabajadores del área de las ciencias sociales.

– Según proyección del CENS, el país tiene una importante brecha de capital humano para potenciar el sistema sanitario de las próximas décadas, que estará marcado por un enfoque preventivo y un rol más activo de los pacientes gracias al uso de las tecnologías.

– Académicos de universidades locales y médicos que lideran procesos de transformación en la salud chilena valoran positivamente el desarrollo del campo para quienes están pensando estudiar carreras relacionadas.

La transformación digital del sistema de salud en Chile demandará entre 15 mil y 20 mil profesionales con competencias en diversas áreas, que no tan solo se relacionan con carreras del ámbito de la salud, sino también con ingenierías e incluso de las ciencias sociales.

Así lo proyecta el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud, organismo integrado por cinco universidades locales y que busca relevar la importancia de que el país avance en fortalecer el capital humano necesario para impulsar esta evolución, así como para desafíos de adaptación al cambio y de gestión de las plataformas que se utilizarán en el sector durante las próximas décadas.

De acuerdo a una estimación pre pandemia del organismo –nacido al alero de la CORFO en 2017 y hoy apoyado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo–ANID, el déficit de profesionales y técnicos en Chile se calculó entre 3.500 y 15.000 personas, dependiendo del avance de la evolución.

“Las tecnologías de información y comunicación ya están presentes en la acción del equipo de salud, lo que genera múltiples desafíos en aspectos como la relación profesional -paciente o la seguridad, por mencionar solo dos. Muchas de estas  atenciones generan hoy desconfianza en los profesionales o usuarios, y tenemos la responsabilidad de atender esta preocupación preparándonos para darle el mejor uso posible”, afirma la directora ejecutiva del organismo, la Dra. May Chomali.

El déficit de capital humano con competencias salud digital es aún más apremiante tras los avances experimentados luego de la emergencia sanitaria global y la urgencia por contar con un sistema de salud más conectado y preparado frente a los grandes retos presentes y futuros (entre estos las enfermedades crónicas no transmisibles y las patologías derivadas del cambio en la pirámide poblacional), exponen desde CENS.

“No cabe duda de que la salud digital otorgará una importante ventaja competitiva en el sector , debido a que se trata de un modelo de atención distinto, con la necesidad de un amplio espectro de nuevas especialidades como la ciencia de datos, la inteligencia artificial entre otros. Son ámbitos aún poco explorados salud y suponen un tremendo campo que se abre para profesionales que se formarán en las carreras de salud e ingeniería”, añadió la representante.

En su análisis, salud es uno de los sectores se podría verse mayoritariamente beneficiado de las disrupciones tecnológicas de la cuarta revolución industrial, promoviendo un uso complementario de las herramientas tecnológicos y así apoyar la atención y reducir la saturación de los equipos clínicos. En el caso de Chile, al déficit de especialistas en salud digital, también se suma una brecha de médicos de especialidad fundamentalmente en regiones.

“Son profesionales que siempre tendrán un lugar en un sistema de salud que funcionará bajo un modelo de atención distinto, con un importante foco preventivo y de salud primaria, donde la tecnología será fundamental para que el paciente asuma un rol activo en su cuidado”, añadió la Dra. Chomali.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las plataformas que contribuirán a la evolución de los sistemas sanitarios aportarán a mejorar el acceso, la calidad y la oportunidad de las atenciones a más de 3 mil millones de personas a escala global. En Chile, sin embargo, la formación de capital humano avanzado supone una de las brechas de base para obtener los enormes réditos de dicho proceso.

El nuevo especialista de la salud 

Sebastián Valderrama, médico de la Red Salud UC-Christus, donde es director del área de telemedicina, resume que la transformación digital del sistema sanitario es un proceso en marcha tanto a nivel de procesos clínicos como administrativos. En su opinión, allí radica una de las principales brechas por revertir.

“En Chile tenemos una urgencia de formar profesionales y técnicos que conozcan, entiendan y eduquen al resto del sistema de salud en la importancia de la transformación digital en salud, así como la utilidad de tener datos clínicos, en la toma de decisiones con pacientes y sus familias”, afirma el médico de la red clínica de la Universidad Católica.

El Dr. Valderrama considera imperativo “remirar los programas de formación”, tanto a nivel de pregrado como de postgrado, así como las especialidades técnicas, que deben avanzar con “los cambios necesarios para una medicina que evoluciona”. Sin embargo, esto podría no ser un proceso tan ágil como se espera.

De acuerdo a un reciente estudio de la Red de Salud Digital de Universidades del Estado, de la cual también es partícipe CENS, reflejó que solo un uno por ciento de los docentes en estos planteles posee competencias en salud digital. La cifra fue parte de los hallazgos formulados por esta alianza para diagnosticar la situación de base en la formación de los futuros profesionales y técnicos con miras a la transformación del sistema sanitario.

La evaluación consideró la descripción e identificación de diversos parámetros, entre estos la inclusión de competencias en mallas curriculares, el nivel de formación del cuerpo académico y la infraestructura física y tecnológica. La medición arrojó que los planteles entre Arica y Coquimbo (las universidades de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y La Serena) se encuentran en el más bajo nivel de desarrollo en todo el país.

Con todo, la situación de los nuevos especialistas clínicos, según describe el médico de la red salud UC-Christus, refleja un creciente interés en fortalecer sus competencias digitales y tecnológicas. “Tradicionalmente, muchos de ellos tomaban caminos más asistenciales directos, por la falta de oportunidades y desarrollo en áreas digitales y de tecnologías en salud”.

“Sin embargo, hoy cada vez más existen oportunidades y opciones, tanto en prestadores de salud, como en organismos públicos y privados, incluyendo start-ups que ven en la salud y gestión de datos e información en salud, como un área atractiva en donde generar innovaciones”, sugiere Valderrama.

Un hito fundamental en este proceso es la reciente implementación de la ley de ficha clínica electrónica, que va en sintonía con la masificación de registros que incorporan el historial de los pacientes y permiten consolidar todo un ecosistema para el desarrollo de servicios y nuevos canales de atención. El médico de la red salud UC-Christus expone que esto abre la posibilidad para el uso de dispositivos médicos por parte de los pacientes, la telemedicina, la reserva de horas médicas, la gestión de farmacias hospitalarias o el manejo de camas.

“Las principales oportunidades para esos futuros profesionales es teniendo como objetivo, el tomar mejores decisiones clínicas, ser capaces de usar toda la información y data que se van generando en los distintos dispositivos y sistemas de registros y darles un uso secundario a esos datos, con una mirada más poblacional y costo-efectiva. Estas nuevas tecnologías, también, nos ofrecen la oportunidad de humanizar más nuestro sistema de salud”.

La nueva realidad de las ingenierías

César Galindo, académico de la Universidad de Valparaíso, y Rosa Figueroa, de la Universidad de Concepción (ambos planteles fundadores de CENS), coinciden que existe un cambio en el modelo de atención que hace necesario impulsar la evolución de las mallas curriculares, no solo pensando en el escenario de base actual, sino en los desafíos que enfrentaremos en los próximos diez años al menos.

Figueroa, quien es académica de ingeniería civil biomédica, asegura que la evolución digital marca un antes y un después en lo que se necesita a nivel de formación de los futuros ingenieros. Cada vez es más evidente que el campo laboral se va ampliando, y los hospitales y clínicas surgen como un espacio relevante para la empleabilidad tradicional, como para la innovación de base tecnológica para resolver problemas con herramientas como la IA.

“El sistema de salud, es una potencial área de desarrollo para las carreras relacionadas con la tecnología. Lo anterior porque, a diferencia de otras áreas en las que la transformación digital ha avanzado a pasos acelerados, en salud los usos y aplicación de herramientas tecnológicas disruptivas es aún incipiente. El área de la salud es una fuente de datos muy interesantes y variados, con los que se podría lograr optimizar procesos y apoyar a los profesionales en la toma de decisiones”, señala la investigadora de la UdeC.

Galindo, en tanto, es crítico respecto a la necesidad de abordar las oportunidades que confiere a las carreras de ingeniería la transformación digital en salud, lo cual es prácticamente “un hecho” si el sistema quiere satisfacer “la cada vez más exigente demanda de la población en capacidad y calidad” del servicio. En su análisis, las universidades, especialmente en regiones, deben acelerar el proceso de adaptación de la formación a este nuevo escenario.

“Existe obviamente una oportunidad de generar carreras con más especificación en la tecnología informática. Para ello, la innovación también tiene que existir desde la academia. La enseñanza clásica en aula y pruebas de conocimiento cada vez tienen menos sentido. El pensar en que los estudiantes resuelvan desafíos de alto impacto resulta altamente llamativo y motivante para ellos y ellas”, comenta el académico de la UV.

En 2018, el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud diseñó un nuevo modelo para la formación de competencias para profesionales actuales y futuros de la salud. El estudio, que supone la primera experiencia latinoamericana en la materia, otorga un marco de referencia para la formación en carreras de pregrado y programas de educación continua, desde diplomados a doctorados.

De acuerdo a cifras del Comité de Transformación Digital de Corfo al año 2020, un 35% de las carreras de la salud en Chile incorpora cursos y materias ligadas a tecnologías de información y comunicación en salud. Mientras, solo 13 programas se ejecutan íntegramente enfocados a este campo: siete en pregrado y seis en postgrado, distribuidos en los ejes de informática biomédica, ingeniería biomédica e ingeniería en bioinformática.

El mercado mundial en salud digital es un campo en evolución exponencial durante esta década. Cifras internacionales dan cuenta que el tamaño del sector en 2016 ascendió a 85 billones de euros, pero que en 2022 esta cifra virtualmente se cuadriplicará hasta los 308 billones. El crecimiento obedece, en parte, a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que ha instado a los estados a elaborar planes para desplegar servicios de salud más conectados (Por: Luis Francisco Sandoval. Agencia Inés Llambías Comunicaciones)

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