Paula Molina
Químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.
Entrar a una farmacia, es equivalente a hacerlo a un centro de salud. Esta declaración pudiese parecer un tanto exagerada, pero al conocer la labor del químico farmacéutico y la ayuda potencial que este profesional puede prestar a cada uno de los pacientes, la vuelve real y, más aún, necesaria de conocer en profundidad para acceder a todo lo que ello significa.
Este profesional es el experto en medicamentos y, a través de las farmacias comunitarias, contribuye en el acceso de la población a sus tratamientos, garantizando la seguridad al paciente, tanto en la elaboración (ya sea en los laboratorios como en los Recetarios Magistrales) como el posterior seguimiento farmacoterapéutico.
Sumado a esto, los químicos farmacéuticos son responsables de educar a los pacientes sobre el uso adecuado de los medicamentos, al detectar problemas relacionados con la farmacoterapia (como las contraindicaciones, fallas de prescripción o duplicidad de medicamentos) y evitando errores o efectos no deseados, como la posible disminución de la eficacia de un fármaco. De esta forma, el profesional interviene para resguardar la seguridad y efectividad de los mismos; su participación en la cadena de atención permite obtener los resultados esperados de los tratamientos farmacológicos, mejorando la salud de los pacientes y evitando los costos asociados al mal uso de estos.
Así, la farmacia se posiciona como un eslabón crucial en la cadena de atención sanitaria, estableciendo un vínculo directo y el más cercano con cada paciente. En este contexto, el farmacéutico es el profesional más calificado en torno a las terapias farmacológicas, que proporciona información de gran relevancia para la salud y en otros ámbitos que se relacionan a la calidad de vida de los pacientes. Y todo esto de manera gratuita. En la actualidad, las farmacias no sólo son puntos de dispensación de medicamentos, sino que también espacios donde, de forma rápida, pueden realizarse exámenes básicos para monitorear el estado de una persona, especialmente aquellas que presentan enfermedades crónicas.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, el 43% de las personas acude primero a una farmacia ante una situación de urgencia, sobre todo en las noches o días feriados, accediendo al profesional de salud más inmediato como es el químico farmacéutico. Y, a su vez, si una persona ha acudido al médico, posteriormente siempre se dirigirá a una farmacia, en donde le dispensarán los medicamentos indicados para el tratamiento.
Hoy, la farmacia se establece como un punto clave para brindar atención y orientación, convirtiéndose en un recurso esencial para la comunidad. Por lo anterior, en el mes donde celebramos a los químicos farmacéuticos, es necesario destacar su rol y la contribución al bienestar de la población, haciendo presente la responsabilidad social y el servicio público que cada uno de ellos cumple día a día.
Equipo Prensa
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