Estudio en universitarios:
Investigación en 11 países latinoamericanos revela que los estudiantes de educación superior que desayunan regularmente tienen hábitos alimentarios más sanos, independientemente del nivel de desarrollo de su país.
Un reciente estudio realizado en once países de América Latina que publicó la revista Journal of the American Nutrition Association (JANA) muestra que la frecuencia con la que los estudiantes universitarios desayunan está significativamente asociada con su estado nutricional y sus patrones dietéticos.
Este sondeo incluyó a 4880 universitarios de los cuales el 67% desayuna todos los días, el 28,7% de forma ocasional y un 3,8% nunca.
Los estudiantes de la educación superior fueron divididos según índice de calidad de vida. En en los países de índice de vida alto (Chile, Argentina, Panamá y Costa Rica), el consumo frecuente de desayuno se asoció a una mejor calidad de la dieta global y en especial al mayor consumo de cereales integrales, frutas y lácteos, y menor consumo de comida rápida y bebidas azucaradas, además son personas que duermen adecuadamente y hacen más actividad física.
El estudio ratificó la relevancia del consumo de leche y sus derivados. “El consumo de lácteos como parte del desayuno y en las otras comidas o como colaciones, está asociado a mejor calidad de la dieta, y es particularmente relevante ya que los lácteos no solo son alimentos ricos en proteínas de la mejor calidad, si no que poseen minerales y vitaminas como calcio, yodo, magnesio, fósforo, vitamina B12, vitamina D, entre otras, que favorecen una adecuada nutrición y salud durante todas las etapas de la vida”, destaca el doctor en Nutrición y Alimentos Samuel Durán, quien es miembro del Comité Científico del Programa Gracias a la Leche del Consorcio Lechero y director del Magíster en Salud Pública de la Universidad San Sebastián.
El académico, quien es uno de los coautores del trabajo científico, destaca además la versatilidad de los lácteos como parte del desayuno. “Pueden estar en preparaciones dulces o salados y en formatos cómodos de trasportar y consumir, particularmente para los universitarios (yogur, leches en cajas, o queso que van en sándwich o ensaladas)”, destaca.
La investigación, de carácter transversal y observacional, involucró a estudiantes de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Paraguay, Panamá y Uruguay, quienes respondieron un cuestionario en línea sobre su consumo de alimentos e indicadores sociodemográficos.
La encuesta constó de dos partes: consumo de alimentos saludables y no saludables. El consumo de frutas, verduras, productos lácteos, cena saludable, avena, comida casera y el pescado se consideró comportamiento saludable, y el consumo de bebidas azucaradas, alcohol, comida rápida, dulce o salada Los bocadillos y la adición de sal se consideraban poco saludables.
El análisis encontró una relación significativa entre el consumo de desayuno y patrones dietéticos tanto saludables como no saludables. Específicamente, los estudiantes que consumen desayuno regularmente tienden a consumir más avena, lácteos y frutas, así como opciones de cena más saludables. Por el contrario, exhiben un menor consumo de comida rápida, bebidas azucaradas y jugos.
Una diferencia importante entre los participantes de países de muy altos ingresos como Chile, Argentina y Costa Rica con los de bajos ingresos fue que, en este grupo, el consumo de lácteos se asoció estrechamente con el desayuno. De hecho, estos países tienen un mayor consumo de lácteos en el desayuno que los países de bajos ingresos. “Probablemente también se debe a que son países que históricamente han consumido más lácteos que los otros”, dice Durán.
También se observó una relación significativa entre la frecuencia de la ingesta del desayuno y un menor consumo de alimentos no saludables, excepto la adición de sal a las comidas. En otras palabras, tener una frecuencia óptima de desayuno disminuye la ingesta de alimentos no saludables.
Un desayuno regular también se asocia con el estado nutricional de los universitarios estudiantes. De aquellos que consumió el desayuno diariamente, el 63,7% se encontraba en un nivel nutricional normal. mientras que los estudiantes con sobrepeso y obesidad alcanzan 26,4% y 4,2%, respectivamente.
Varios estudios demuestran que saltarse el desayuno se asocia con una alimentación poco saludable. Además, estudios observacionales en escolares, adolescentes, estudiantes universitarios y adultos han descubierto que no consumir el desayuno diariamente se asocia con malnutrición, principalmente sobrepeso y obesidad.
En Chile también se ha demostrado que los estudiantes universitarios que consumen alimentos ricos en calorías durante los desayunos presentan obesidad y tienen un mayor porcentaje de grasa corporal, lo que indica que la calidad de esta comida también es importante.
De esta forma, el estudio sostiene que los estudiantes universitarios que desayunan regularmente mantienen una dieta más saludable en comparación con aquellos que no lo hacen, independientemente del nivel de desarrollo de su país.
«Los resultados subrayan la importancia de promover el desayuno regular entre los jóvenes universitarios, ya que está asociado con una mejor calidad de dieta y hábitos alimentarios más saludables,» dice Durán.
Según los autores, este estudio, junto con investigaciones anteriores que relacionan el consumo de lácteos con una mejor calidad de vida, proporciona una base sólida para la implementación de estrategias de salud en las universidades que enfoquen en la mejora de la alimentación de los jóvenes, especialmente el hábito de desayunar. La adopción de hábitos alimentarios saludables desde una edad temprana puede tener un impacto duradero en la salud y el bienestar general, reduciendo el riesgo de enfermedades no transmisibles y mejorando la calidad de vida a largo plazo. (Por Richard García, Comunicaciones Llambías)
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