El cambio de hora puede desajustar el ritmo circadiano y afectar el sueño. Por lo que es necesario ajustar horarios y adaptar el uso de medicación.
Este sábado 7 de septiembre, se deberán adelantar los relojes cuando marquen las 23:59 horas, a las 01:00 horas. Este cambio de hora puede tener un impacto significativo en los patrones de sueño, especialmente cuando se adelanta o atrasa el reloj una hora durante el horario de verano o invierno.
Eduardo López, neurólogo y académico de la Facultad de Medicina UCSC, explicó que “el próximo cambio de hora, al alterar el ciclo de luz y oscuridad al que estamos acostumbrados, puede desajustar el ritmo circadiano, que regula nuestros patrones de sueño y vigilia. Este desajuste puede provocar dificultades para conciliar el sueño, despertar temprano o sentirse somnoliento durante el día”.
“Las personas que ya sufren de insomnio o trastornos del sueño pueden empeorar sus síntomas debido a este desajuste, ya que su organismo tiene dificultades adicionales para adaptarse al nuevo horario”, destacó el neurólogo.
En cuanto a las personas que toman medicamentos para el insomnio o trastornos del sueño, este cambio puede alterar la efectividad de su tratamiento. El académico señaló que “estos medicamentos están diseñados para funcionar dentro de un marco temporal específico, alineado con el ciclo circadiano natural. Un cambio de hora puede modificar la forma en que el cuerpo metaboliza estos fármacos, reduciendo su eficacia o provocando efectos secundarios indeseados. no solo hay que cambiar al nuevo horario, sino que hay que adaptarse a la nueva luz, temperatura para dormir y otros factores del ambiente donde dormimos”.
Estrategias para adaptarse al cambio de hora
Existen una serie de estrategias, dirigidas a las personas que sufren insomnio o trastornos del sueño, para que se adapten a este nuevo horario, especialmente si están en tratamiento médico. López recomendó que “es clave ajustar gradualmente la hora de dormir y de despertar unos días antes del cambio de hora. Esto ayuda al cuerpo a adaptarse de manera progresiva al nuevo horario. Mantener una rutina constante antes de acostarse, como evitar el uso de dispositivos electrónicos y realizar actividades relajantes, también puede facilitar la transición”.
“Además, es importante que algunas personas bajo tratamiento médico deben consultar con su médico para ajustar la dosis o el horario de sus medicamentos. En algunos casos, puede ser útil tomar la medicación un poco antes o después, dependiendo del nuevo horario, para mantener su efectividad. También es recomendable aumentar la exposición a la luz natural durante el día y evitar la luz brillante por la noche para ayudar a regular el ritmo circadiano. Estas medidas pueden mejorar la adaptación al cambio de hora y reducir los efectos negativos en el sueño”, añadió el neurólogo.
Ajuste de medicamentos
Para ajustar la dosis y el horario de ciertos medicamentos, el neurólogo enfatizó que “todo dependerá del historial médico del paciente. ¿Cómo han sido los cambios anteriores? ¿Qué sensibilidad tiene a los fármacos? ¿Qué efectos le producen los cambios de horarios habituales en su vida?”.
“Algunos usuarios de fármacos para dormir requieren ajustar la dosis o el horario de ciertos medicamentos antes o después del cambio de hora para minimizar posibles alteraciones al pasar al horario de verano. Algunos cambios del ritmo circadiano pueden afectar la eficacia de medicamentos que dependen de un ciclo de administración regular, como los utilizados para tratar el insomnio, la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo”, recalcó López.
Asimismo, el académico recomendó que “es necesario ajustar el horario de toma, de manera gradual en los días previos al cambio de hora, puede ayudar a mantener la estabilidad del ciclo sueño y vigilia, para prevenir efectos secundarios o disminuciones en la eficacia del tratamiento”.
En algunos casos, podría ser necesario ajustar la dosis del medicamento, especialmente si el paciente experimenta efectos adversos durante la transición. Esto puede incluir modificar la dosis, el horario de administración o incluso el tipo de medicamento utilizado, para asegurar una transición suave al horario de verano y un manejo óptimo de los trastornos del sueño.
El neurólogo subrayó que “siempre hay que dar la tranquilidad que es normal que durante los primeros días después del cambio al horario de verano sientas algunas alteraciones en tu sueño, como dificultad para conciliar el sueño o cansancio durante el día. Sin embargo, con un poco de tiempo, generalmente en una semana, el cuerpo se adaptará al nuevo horario, y el paciente empezará a sentirse mejor”.
Uso de la melatonina
La melatonina es una hormona natural que regula el ciclo de sueño y vigilia. El académico sostuvo que “su uso como suplemento puede ayudar a sincronizar el ritmo circadiano cuando se produce un cambio de hora, pero su uso debe ser supervisado igualmente como otros fármacos sedantes, especialmente si se toman otros medicamentos en especial de la línea neurológica”.
“Es importante porque la melatonina puede interactuar con fármacos como antidepresivos o ansiolíticos, alterando su eficacia o provocando efectos secundarios. Por lo tanto, antes de iniciar el uso de melatonina o cualquier otro suplemento, es esencial consultar con su médico para asegurar un manejo adecuado y efecto seguro en combinación con otros tratamientos”, cerró López.
Equipo Prensa
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