Esta es una afección en la que las personas presentan un nivel de azúcar más alto de lo normal y en su mayoría son asintomáticas. Según los especialistas, es muy relevante detectarla a tiempo para evitar el alto riesgo de desarrollar diabetes.
Santiago, noviembre de 2024.- Desde la Federación Internacional de la Diabetes prevén que entre 2030 y 2045 la cantidad de personas con glicemia ayuna alterada (GAA) e intolerancia a la glucosa solo irán en aumento, al igual que para la prevalencia de diabetes, por eso que el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado para la prediabetes se vuelven tan relevantes.
Los pacientes con esta patología presentan un elevado nivel de azúcar en sangre, pero no lo suficiente para ser diabetes de tipo 2. Según la Dra. Paulina Andrade, médico Nutriólogo de RedSalud Providencia y Adich (Asociación de Diabéticos de Chile), las personas a través de su médico tratante, deben realizarse exámenes de glicemia, curva de tolerancia a la glucosa y/o una hemoglobina glicada anualmente, ya que esta enfermedad puede derivar en “complicaciones microvasculares (retinopatía, nefropatía y neuropatía) o macrovasculares (accidente cerebrovascular, infarto al miocardio y enfermedad arterial oclusiva), o cada 2 años si no los tiene”.
Por su parte, el Dr. Ignacio Aránguiz, Director del Instituto para el Manejo y la Prevención de la Obesidad (IMAPROB) y docente adjunto de la Escuela de Medicina de la Universidad de O’Higgins (UOH), aclara que si bien la única forma de diagnosticar la prediabetes es a través de los exámenes correspondientes, existen ciertos pacientes con factores de riesgo que pueden presentar algunas señales de alerta que deben tomar en cuenta para acudir a un especialista. “Por ejemplo, personas con obesidad, con antecedentes familiares de diabetes o prediabetes o con algunas características clínicas como ennegrecimiento del cuello o las axilas, fenómeno conocido como acantosis nigricans o la aparición de unas protuberancias llamadas acrocordones en el cuello, que también son indicativas de resistencia insulínica y prediabetes. En estos pacientes hay que buscar de forma más dirigida la eventual existencia de esta enfermedad”. A pesar de esto, asegura que “en muchos casos es absolutamente asintomática”.
El director de IMAPROB, añade que a los pacientes diagnosticados con prediabetes les recomienda acudir a algún médico que tenga experiencia en el manejo de esta condición, ya sea un médico internista, un diabetólogo, un endocrinólogo o un médico general o de otra especialidad que tenga formación en manejo de enfermedades metabólicas.
En esa línea, el docente de la Escuela de Medicina de la UOH, asegura que el paciente con prediabetes “tiene un alto riesgo de desarrollar diabetes, sin embargo, y especialmente si recibe tratamiento, este riesgo puede reducirse e incluso eliminarse casi en su totalidad”.
Cambios de hábitos y tratamientos
Al hablar de tratamientos y cambios de hábitos para controlar la prediabetes, el Dr. Aránguiz asegura que es muy relevante que los pacientes sigan las adecuaciones alimentarias indicadas por su médico “para evitar la sobrecarga de las células beta pancreáticas, además de realizar actividad física y otras medidas orientadas a mejorar, lo que nosotros llamamos, los estilos de vida, como el buen nivel de descanso, dormir la cantidad de horas que corresponda, medidas tendientes a la pérdida de peso y de grasa corporal”.
La Dra. Andrade agrega que “en caso de requerir medicamentos, existen varios tipos y se debe evaluar individualmente su indicación, pero entre los que más se utilizan, tanto por su seguridad como por sus beneficios a largo plazo son: metformina y análogos GLP 1, además de otras familias, como el Orlistat, e incluso la cirugía bariátrica en los pacientes indicados. Lo que finalmente lleva a evitar la progresión a diabetes y las complicaciones a corto y largo plazo”, puntualizó la nutrióloga.
Equipo Prensa
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