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Aunque muchas personas asumen que, tras haber logrado un embarazo previo, no habrá dificultades para concebir de nuevo, la realidad es que factores como la edad, la salud reproductiva, cambios hormonales o incluso condiciones médicas pueden influir en la capacidad de quedar embarazada nuevamente.
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El Dr. Patricio Masoli de la Cerda, Médico Ginecólogo Medicina Reproductiva, Clínica de la Mujer y Medicina Reproductiva en Viña del Mar comparte las causas más comunes de esta condición y señala los tratamientos que hoy están disponibles para conseguir un nuevo embarazo.
Cada embarazo es único, y es importante abordar cualquier preocupación con un especialista para entender mejor las posibilidades y desafíos individuales.
Bajo este contexto, el Dr. Patricio Masoli de la Cerda, Médico Ginecólogo Medicina Reproductiva], Clínica de la Mujer y Medicina Reproductiva en Viña del Mar explica que “la esterilidad secundaria es la incapacidad de lograr un nuevo embarazo (habiendo tenido ya uno) luego de un año de intentarlo si la mujer es menor de 35 años o 6 meses si es mayor de 35 años”.
En relación a las causas más comunes, el profesional indica que en general son las mismas que las que causan una infertilidad primaria.
“Por ejemplo, una mujer con anovulación debido a síndrome de ovario poliquístico que logra embarazarse tras recibir tratamiento, probablemente necesitará someterse nuevamente a un tratamiento similar para concebir en un futuro embarazo”, explica.
Otras causas que comparte el especialista son:
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Trastornos de la ovulación (por ejemplo, ovarios poliquísticos), ya que puede haber también una disminución de la reserva ovárica, especialmente si la mujer tiene más de 38-39 años.
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Trastornos anatómicos de las trompas de Falopio (adherencias, infecciones, endometriosis, etc.)
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Trastornos de la cavidad uterina: miomas, pólipos, sinequias (adherencias entre las paredes del endometrio)
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Problemas masculinos: Disminución de la cantidad de espermatozoides y/o de su movilidad y/o de su morfología. Puede haber trastornos de la función sexual masculina como importancia o aneyaculación (imposibilidad de eyacular).
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Aborto habitual o recurrente: Esta condición se caracteriza por la ocurrencia de dos o más abortos espontáneos consecutivos. Sus causas pueden ser diversas y abarcan factores genéticos, anatómicos, hormonales, inmunológicos o incluso desconocidos, lo que requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico personalizado.
¿Qué hacer en caso de experimentar infertilidad secundaria?
“Los tratamientos dependen del diagnóstico: Se habla de tratamientos de baja complejidad como Inducción de la ovulación en mujeres que no ovulan o lo hacen en forma infrecuente, corrección de un factor anatómico tubario, o uterino, manejo de la endometriosis, manejo de la infertilidad masculina moderado, tratamiento inicial de casos de esterilidad idiopática, etc”, explica el especialista.
“Ahora, cuando los tratamientos de baja complejidad han fallado, se recurre a manejo de alta complejidad, lo mismo se recomienda en casos de esterilidad de larga data (mayor de 5 años) o cuando la mujer tiene más de 37 años”, agrega.
En casos que la mujer presenta una disminución de su reserva ovárica o a una menopausia (natural o anticipada), “puede recurrirse a la ovodonación, es decir se utiliza oocitos (óvulos) de una mujer donante joven que son inseminados por los espermatozoides de la pareja y los embriones obtenidos se transfieren al útero (previamente preparado) de la mujer. Y, cuando la esterilidad masculina es definitiva, puede recurrirse al uso de espermatozoides donados de banco”, puntualiza.
Ahora, según explica el profesional de Clínica de la Mujer, en casos de esterilidad masculina, luego de una cuidadosa evaluación por médico andrólogo “puede prescribirse fármacos antiinflamatorios, vitaminas, hormonas o cirugía testicular (varicoceles sintomáticos). Cuando la cantidad de espermatozoides es muy baja o nula puede buscarse espermatozoides en el testículo mismo y de encontrarse se utilizan en fertilización in vitro”.
“Por último cuando la causa de infertilidad es definitiva (trompas dañadas o ausentes o alteraciones severas del espermiograma) o ya se han intentado tratamientos de baja complejidad sin obtener éxito debe recurrirse a manejos de alta complejidad, es decir la fertilización in vitro”, agrega.
Para finalizar, el médico enfatiza que “el impacto psicológico de la infertilidad es muy importante y se ha comparado al que experimenta una mujer en la que diagnostican un cáncer”. Cuando la mujer ya ha tenido hijos con anterioridad, el impacto es menor que cuando no los tiene, pero de todos modos realizamos consejería y acompañamiento psicológico”.
En este sentido, la Clínica de la Mujer ofrece un completo abanico de opciones terapéuticas para abordar tanto la esterilidad primaria como la secundaria. Sus servicios incluyen tratamientos médicos y quirúrgicos, técnicas de baja y alta complejidad, así como procedimientos especializados como ovodonación y espermodonación, entre otros.
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Acerca de Clínica de la Mujer:
Clínica de la Mujer y Medicina Reproductiva fue fundada en Viña del Mar en 1996 por especialistas, se destacó al establecer la primera Unidad de Medicina Reproductiva de la V Región. Contamos con un equipo multidisciplinario preparado para acompañar y apoyar a todas las familias en su búsqueda por ser madres y padres.
Equipo Prensa
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