¿Pérdida de cabello, pérdida de juventud?
La historia del cabello es tan antigua como la humanidad, simbolizando salud, juventud y, en muchos casos, identidad. Desde tiempos de Julio César, cuando se utilizaban coronas de laurel para disimular la calvicie, hasta nuestros días, el cabello ha representado una imagen de vitalidad y éxito. Sin embargo, la pérdida de cabello en los hombres—causada por factores genéticos, envejecimiento, estrés o problemas de salud—puede desencadenar un proceso emocional complejo que afecta directamente la autoestima.
Verónica Aliaga, psicóloga clínica y especialista en autoestima, gestión emocional y bienestar, explica que “la pérdida de cabello es un proceso que va más allá de lo físico, impactando aspectos clave de la identidad, la autoimagen y la percepción del envejecimiento”.
Según Aliaga, el cabello no solo simboliza juventud y vitalidad, sino que también se asocia a ideales de atractivo; por ello, su ausencia puede generar inseguridad, ansiedad o tristeza, especialmente en una sociedad donde la apariencia tiene un rol determinante.
“Muchas personas sienten que están perdiendo algo más que su cabello, pues se percibe como una señal de cambio, vulnerabilidad o incluso una pérdida de control sobre su propio cuerpo”, añade, subrayando que la forma en que se vive este proceso depende de la historia personal y los recursos emocionales de cada individuo.
Esta compleja relación entre la imagen personal y la autoestima se ve reflejada en los datos. Un estudio realizado por Mediahair sitúa a Chile en el puesto 28 de países con mayor porcentaje de hombres calvos, mientras que en España la cifra alcanza el 44% de la población masculina afectada, y en Chile el 34%. Frente a estos números, la búsqueda de soluciones se vuelve imperativa para muchos.
En este contexto, Sofía Viaux, directora de Investigación y Desarrollo en Clínica Témpora y especialista en implante capilar, resalta la transversalidad del problema. “He visto a hombres desde los 20 hasta los 70 años consultando por lo mismo, lo que demuestra que no es una preocupación aislada, sino un tema que atraviesa distintas etapas de la vida”, comenta Viaux.
La especialista destaca que la caída del cabello puede llevar a que muchos hombres sientan que pierden una parte fundamental de su identidad o atractivo, afectando tanto su vida social como profesional.
Para Viaux, los efectos van más allá de la simple estética. “En mi experiencia, he observado que al recuperarse el cabello, no solo se recupera el pelo, sino una parte de la identidad perdida. Muchos pacientes, tras el implante capilar, cambian su forma de vestirse, caminan con más seguridad e incluso modifican otros hábitos de vida, lo que evidencia el profundo impacto que la imagen personal tiene en la autoestima”, señala.
Equipo Prensa
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