El Instituto de Salud Pública de Chile advirtió sobre los riesgos del uso excesivo de ibuprofeno. Un experto detalla cuándo se debe usar, cuáles son sus efectos adversos y quiénes deben evitarlo o usarlo con especial precaución.
Tras una reciente advertencia del Instituto de Salud Pública (ISP), el foco volvió a ponerse sobre el uso responsable del ibuprofeno, un medicamento ampliamente utilizado en Chile para tratar el dolor, la inflamación y la fiebre.
Según el informe de la entidad sanitaria y con base en la investigación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), se determinó que el ibuprofeno puede provocar distintas reacciones adversas en la piel como dermatitis exfoliativa, eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica; y, también, podría causar síndrome de Kounis, un cuadro coronario agudo «que se manifiesta con infarto u otro efecto cardiovascular seguido de una reacción alérgica seria«, informó el organismo.
Aunque su acceso es fácil y su uso cotidiano, el ibuprofeno no está exento de riesgos. Así lo confirma también Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, quien entrega recomendaciones clave para un consumo seguro.
“El ibuprofeno pertenece a la familia de los analgésicos, antiinflamatorios no esteroidales, conocidos como AINES. Tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antipiréticas, por lo que se indica para cuadros como artritis, artrosis, tendinitis, lumbago, inflamaciones dentales, dolor menstrual o de cabeza, y también para reducir la fiebre”, explica el especialista.
Dosis recomendadas
Torres recalca que su administración debe ser controlada, especialmente en cuanto a la dosis, duración del tratamiento y considerar si el paciente padece de alguna patología de base, alergias, problemas gastrointestinales, entre otros.
“La dosis recomendada varía según la condición a tratar. Para el dolor inflamatorio, se indica entre 400 y 600 mg cada 6 u 8 horas; y para la fiebre, 200 mg cada 4 horas. La dosis diaria máxima segura no debería superar los 2.400 mg sin indicación médica, aunque el límite absoluto es de 3.200 mg por día”, advierte.
Además, subraya que no debe usarse por más de una semana continua salvo que haya supervisión profesional. Esto se debe a que, más allá de molestias digestivas como ardor estomacal, náuseas o mareos, el uso prolongado puede generar efectos adversos más graves.
Otros riesgos y efectos secundarios
“Las complicaciones más preocupantes del uso prolongado de ibuprofeno son la úlcera gástrica y la insuficiencia renal. También hay evidencia de mayor riesgo cardiovascular en quienes lo consumen de manera crónica”, explica Torres.
Otros efectos adversos posibles incluyen retención de líquidos, alergias cutáneas, estreñimiento, visión borrosa, zumbido en los oídos y disminución del volumen urinario.
Por esto, su uso está contraindicado en varias condiciones médicas: pacientes con antecedentes de alergias a AINES o aspirina, insuficiencia renal o hepática, hipertensión arterial no controlada, enfermedades cardíacas, úlceras gástricas, sangrado activo, trombocitopenia, hiperpotasemia, y también en embarazadas o mujeres en periodo de lactancia.
Interacciones peligrosas con otros medicamentos
Además, el especialista advierte sobre la combinación con otros fármacos. “No se recomienda usar ibuprofeno junto a otro antiinflamatorio, ya que se potencia el riesgo de efectos adversos. Y hay una lista de medicamentos con los que debe tenerse especial cuidado”, señala.
Entre ellos, destacan:
- Anticoagulantes (como warfarina o heparina), que aumentan el riesgo de sangrado.
- Diuréticos, ya que el ibuprofeno puede reducir su efecto y aumentar el daño renal.
- Litio, metotrexato, digoxina y ciclosporina, cuyos niveles en sangre pueden elevarse peligrosamente al combinarse con AINES.
- Antidepresivos ISRS (como fluoxetina o sertralina), donde se puede potenciar el efecto antiplaquetario y reducir su eficacia terapéutica.
Frente a la alerta del ISP, el llamado de los expertos es claro: no se trata de demonizar al ibuprofeno, sino de promover un uso racional. “Es un fármaco muy útil cuando se emplea bien, pero no por eso debe usarse a la ligera. Siempre hay que consultar con un médico o químico farmacéutico, especialmente si se toman otros medicamentos o se presentan enfermedades crónicas”, concluye Torres.