En el último año, un elevado porcentaje de hogares chilenos reportan haber enfrentado conflictos emocionales significativos. En este contexto, la convivencia familiar se vuelve un pilar clave para el bienestar colectivo. Yuvitza Reyes, académica de la carrera de Psicología de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, entrega herramientas prácticas para construir un hogar emocionalmente saludable.

“La familia ha sido la base de la sociedad, por lo cual la convivencia familiar es un asunto relevante para todos. Esta no solo se construye con normas y rutinas, sino también desde la inteligencia emocional, el respeto mutuo y el cuidado de la salud mental de cada integrante del hogar”, afirma Reyes.

Una convivencia emocionalmente sana

Desde su experiencia profesional y docente, la psicóloga identifica tres fundamentos esenciales:

Comunicación emocional efectiva: “No se trata solo de hablar, sino de saber cómo expresar lo que sentimos sin herir y cómo escuchar sin castigar o juzgar”, dice.

Empatía cotidiana: “Validar las emociones del otro fortalece los lazos afectivos”, explica la docente UNAB.

Límites afectivos saludables: “Establecer normas claras y coherentes, pero con cariño y contención emocional, ayuda a que todos se sientan seguros en casa”, acota.

Reyes recomienda prácticas simples, pero poderosas como preguntar cómo estuvo el día y escuchar con atención; darse abrazos, miradas y gestos de afecto; o compartir al menos una comida diaria sin pantallas.

¿Y los conflictos?

La experta enfatiza que el conflicto no es el problema, sino cómo se gestiona: “Hablar desde la emoción y no desde el juicio, buscar espacios tranquilos para conversar y recordar que el amor no se suspende por el desacuerdo, son claves para resolver sin dañar”, destaca.

Desde una mirada sistémica, la académica UNAB explica que el bienestar de cada miembro impacta al conjunto. “Si uno está emocionalmente sobrepasado, todo el sistema se ve afectado. Pedir ayuda, practicar el autocuidado y acudir a terapia no es egoísmo, es responsabilidad afectiva”, afirma.

Consejos para tiempos difíciles

Hay episodios en las vidas de las familias que no son fáciles. Para enfrentar crisis como mudanzas, enfermedades o separaciones, por ejemplo, la psicóloga entrega estas recomendaciones:

1.- Hablen de lo que sienten.

2.- Mantengan rutinas básicas.

3.- No sobrecarguen a los niños con responsabilidades emocionales.

4.- Pidan ayuda profesional si es necesario.

5.- Hagan pausas emocionales.

6.- Eviten culpas o reproches.

7.- Recuerden que todo pasa.

“Una casa emocionalmente saludable no es aquella donde nunca hay conflictos, sino donde hay espacio para sentir, hablar y reconstruirse en el amor”, concluye Reyes.

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