¿Cuándo fue la última vez que cambió el tostador? Sabe que si presenta óxido o corrosión podría estar contaminando el pan con metal. Muchos de los elementos que eternizamos en nuestra cocina, tienen un periodo de vida útil y requerimientos de mantención.
Están en todas las casas, pero difícilmente alguien es capaz de responder, por ejemplo, cada cuánto tiempo hay que renovar las espátulas de silicona o cuánto es lo máximo que se puede calentar un contenedor de plástico para microondas. La correcta manipulación y mantención de los utensilios de cocina es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria. De lo contrario pueden convertirse en fuentes de contaminación. Natalia Sánchez, especialista en inocuidad alimentaria y académica de la Universidad Andrés Bello entrega algunas recomendaciones para evitar que los alimentos se contaminen de bacterias, plásticos y metales y se conviertan en una amenaza para nuestra salud.
Tabla de cortar de madera
Aunque muy popular por su resistencia y durabilidad, la tabla de cortar de madera puede acumular bacterias debido a su alta porosidad. Hoy en día se no se recomienda su uso dado que los cortes y las hendiduras que deja el cuchillo son espacios donde los microorganismos pueden sobrevivir, incluso después de lavarlas. La madera, por ser porosa y orgánica, no permite que el agua se elimine completamente, lo que puede generar humedad y, con ello, la proliferación de bacterias. Sumado a esto, ciertas bacterias tienen la capacidad de crear biopelículas o biofilms, que corresponde a una comunidad de microorganismos, como bacterias y hongos, que se adhieren a la superficie y se rodean de una matriz protectora de sustancias que ellos mismos producen. Esta matriz, compuesta principalmente de exopolisacáridos, les permite resistir mejor los agentes externos como desinfectantes. Se recomienda cambiar frecuentemente este tipo de tabla de cortar.
Tabla de cortar de plástico
Aunque más fáciles de lavar que las de madera, también presentan sus propios riesgos. Si bien no son tan porosas, los cortes del cuchillo pueden producir pequeñas grietas donde las bacterias pueden esconderse. La acumulación de residuos de alimentos, como carne cruda, en estas grietas puede ser una fuente de contaminación cruzada y también puede haber formación de biopelículas. Se recomienda reemplazar las tablas de plástico cuando estas presenten demasiados cortes o rasguños, y asegurarse de limpiarlas a fondo con detergente y agua caliente después de cada uso.
Tostador de pan de parrilla
Este aparato, tan utilizado para el desayuno, puede acumular restos de pan quemado, migas y grasas que quedan atrapadas en las rendijas. Estos residuos, si no se limpian de manera adecuada, pueden volverse un foco de crecimiento bacteriano. Además, el riesgo de que se produzcan intoxicaciones por consumo de restos quemados aumenta si el tostador no se limpia con regularidad. Para garantizar su seguridad, es importante desarmar y limpiar el tostador al menos una vez al mes, prestando especial atención a las áreas de difícil acceso.
Rallador
Este utensilio puede convertirse en un lugar propicio para la proliferación de bacterias si no se limpia a fondo después de cada uso. Los trozos de queso, verduras o frutas que se quedan adheridos a las superficies pueden fermentar y convertirse en focos de contaminación. Además, si la parte metálica del rallador presenta corrosión, los metales pueden transferirse a los alimentos, representando un riesgo para la salud. Es fundamental limpiarlo con agua caliente y detergente después de cada uso y verificar que no haya signos de desgaste en la superficie.
Espátulas y elementos de silicona
Los artículos de silicona son populares por su flexibilidad y resistencia, pero a pesar de ser fáciles de limpiar, pueden acumular restos de grasa y alimentos. Si se usan a temperaturas excesivas, la silicona puede descomponerse y liberar compuestos no deseados que se pueden transferir a los alimentos. La vida útil de las espátulas de silicona puede ser de varios años, aunque depende del uso y de la temperatura a la que se expongan. Se recomienda evitar el contacto con superficies de cocción a temperaturas superiores a 230°C (450°F) y limpiar los utensilios a fondo después de cada uso para prolongar su vida útil.
Teflón
Las sartenes y utensilios con recubrimiento de teflón son populares por su capacidad antiadherente. Sin embargo, a temperaturas excesivamente altas, el teflón puede liberar gases tóxicos que son perjudiciales para la salud. El recubrimiento de teflón comienza a descomponerse a partir de los 260°C, por lo que se recomienda cocinar a fuego medio o bajo y usar utensilios de madera o plástico para evitar dañar la superficie. Si el recubrimiento se raspa o daña, es mejor reemplazar el utensilio para evitar riesgos.
Contenedores de plástico reciclado
El uso de plásticos reciclados para almacenar alimentos puede ser riesgoso si estos no están debidamente clasificados para contacto con alimentos. Algunos plásticos reciclados pueden contener sustancias químicas como el bisfenol A (BPA), que puede filtrarse en los alimentos y ser potencialmente tóxico. Es fundamental verificar que los contenedores sean aptos para alimentos y evitar el almacenamiento de alimentos calientes en estos recipientes. Además, siempre deben lavarse bien antes de usarlos.
Microondas
En este tipo de electrodomésticos también puede formarse biopelículas de bacterias, especialmente en zonas difíciles de limpiar como alrededor de la puerta o en pequeñas grietas internas. Además, los plásticos que no son aptos para microondas pueden liberar productos químicos dañinos cuando se calientan. Es esencial utilizar recipientes adecuados para microondas y limpiar el electrodoméstico con frecuencia para evitar la acumulación de residuos. Los recipientes plásticos aptos para microondas tienen una vida útil que puede variar entre 2 a 5 años dependiendo de su uso. Se recomienda no calentarlos por más de 10 minutos seguidos a alta potencia para evitar su deterioro.
Coladores
Al final de esta lista encontramos el colador, tan esencial en la cocina para filtrar líquidos o enjuagar alimentos, también es un lugar donde las bacterias pueden proliferar. Los restos de alimentos que quedan atrapados en las mallas pueden ser difíciles de eliminar completamente, especialmente si se usan para productos como carne cruda o mariscos. Para mantener la seguridad alimentaria, es importante lavarlo inmediatamente después de su uso con agua caliente, detergente, asegurarse de hacer una buena remoción mecánica de los restos de comida y secarlo adecuadamente.