- La fisioterapia invasiva se posiciona como un aliado clave para reducir el dolor, mejorar la movilidad y ayudar a que las personas mayores se mantengan activas por más tiempo.
Actualmente en el país, los adultos mayores muestran un creciente interés por mantenerse activos, con una tendencia al alza en la práctica deportiva. Actividades como el golf, el tenis, el pádel y los entrenamientos en gimnasios se han convertido en opciones cada vez más populares dentro del segmento +60 años, con un aumento cercano al 20% en la participación en los últimos años. Esta práctica aporta beneficios tangibles para la salud física y mental, siempre que se realice con precaución y adaptación progresiva.
La evidencia indica que la actividad física mejora la capacidad cardiorrespiratoria, la función física general y la salud mental, además de ayudar a reducir la grasa corporal. Algunos estudios sugieren incluso que deportes como el tenis se asocian con un aumento de hasta 9,7 años en la esperanza de vida en comparación con quienes llevan una vida sedentaria.
Para quienes desean iniciarse o retomar la actividad física en la tercera edad, Felipe Fernández, kinesiólogo y socio director de la Clínica de Recuperación de Lesiones (CRL), recomienda consultar al médico antes de comenzar, avanzar a un ritmo propio, escuchar las señales del cuerpo y evitar forzar el organismo. ”No es necesario pasar de cero a cien en la primera semana; lo importante es adaptar el deporte a las capacidades de cada persona y avanzar paso a paso”, enfatizando que nunca es tarde para mantenerse activo y disfrutar de los beneficios físicos y mentales de la práctica deportiva.
Una herramienta para vivir mejor
La fisioterapia invasiva ha surgido como una herramienta de gran utilidad para quienes buscan mantenerse activos pese a dolencias crónicas. A diferencia de la fisioterapia convencional, la fisioterapia invasiva ecoguiada utiliza agujas de acupuntura y visión por ecografía para tratar directamente la zona afectada. Esto permite actuar con precisión sobre la lesión, acelerando los tiempos de recuperación hasta en un 60% en comparación con la terapia tradicional.
“Muchos adultos mayores llegan a consulta pensando que el dolor es parte inevitable de la edad. Lo que hemos visto es que, con las técnicas correctas, pueden recuperar funcionalidad, reducir molestias y seguir activos por muchos años más”, explica Felipe Fernández.
Entre las técnicas más utilizadas destacan:
- Electrólisis percutánea: procedimiento mínimamente invasivo indicado para lesiones crónicas de tendones, músculos, ligamentos y meniscos. Consiste en aplicar corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura directamente en el tejido afectado, guiada por ecografía, estimulando la regeneración y aliviando el dolor. Este tratamiento permite mantener la actividad física durante la recuperación y acorta los tiempos de rehabilitación.
- Neuromodulación percutánea: técnica que utiliza corrientes eléctricas de baja intensidad aplicadas mediante agujas para modular la actividad de los nervios responsables del dolor crónico. Es especialmente útil en casos de fascitis plantar, epicondilitis, lesiones de hombros, rodillas o columna, ayudando a normalizar los impulsos nerviosos y mejorar el manejo del dolor.
- Punción seca: dirigida a los puntos gatillo miofasciales, esta técnica permite liberar la tensión muscular localizada y acelerar la recuperación funcional.
El modelo de atención que combina estas técnicas invasivas con kinesioterapia activa crea una ventana terapéutica que permite al paciente disminuir el dolor desde la primera sesión y retomar el entrenamiento o la actividad física lo antes posible. Los pacientes suelen percibir alivio inmediato y, a tres meses de tratamiento, muchos reportan hasta un 90% de disminución de los síntomas.
Formación y acceso en Chile
Actualmente en Chile, algunos centros especializados no solo aplican la fisioterapia invasiva en pacientes, sino que también han comenzado a incluirla dentro de programas de formación continua para kinesiólogos. De esta manera, se busca expandir el acceso a técnicas avanzadas como la neuromodulación percutánea y la electrolisis percutánea y elevar el estándar de la práctica clínica en el país.
“En CRL hemos visto una creciente demanda de profesionales que quieren formarse en estas técnicas, especialmente en neuromodulación y electrolisis. Por eso, desde nuestra área de Formaciones estamos constantemente dictando cursos enfocados en fisioterapia invasiva. La idea es entregar no solo bases teóricas, sino sobre todo práctica guiada con ecografía, porque lo que más valoran los alumnos es la posibilidad de aplicar directamente lo aprendido en un entorno clínico. Este enfoque ‘hands on’ es lo que asegura que realmente puedan llevar la técnica a sus pacientes”, explica Fernández.