Señor Director:

La Organización Mundial de la Salud acaba de impulsar la campaña “Productos seductores, intenciones perversas: desenmascaremos su atractivo”, con el foco puesto en la industria tabacalera y su influencia sobre niños y adolescentes. Se estima que 37 millones de personas entre 13 y 15 años consumen productos de tabaco a nivel mundial.

Pese a estas iniciativas de concientización y los esfuerzos que se realizan a nivel mundial para prevenir el consumo, persisten creencias erróneas, que desde el mundo de la salud debemos derribar con urgencia. La evidencia científica es clara: el daño que produce el tabaco va mucho más allá que el cáncer de pulmón.

Según la Agencia de Salud Pública de Estados Unidos, el humo del tabaco contiene al menos 70 sustancias cancerígenas, las que ingresan al torrente sanguíneo y afectan a distintos órganos, incrementando el riesgo de desarrollar múltiples tipos de cáncer: de cavidad oral, orofaringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, hígado, vejiga, riñón, cuello uterino y colon, además del ya conocido cáncer pulmonar.

En Chile, el cáncer es hoy la principal causa de muerte. Según el Minsal, se producen 28 mil fallecimientos al año, superando incluso a las enfermedades cardiovasculares. Y aunque no siempre se visibiliza, el tabaco es un factor causal o agravante en buena parte de estos casos.

Es esencial que todas las campañas vayan acompañadas de políticas públicas firmes, educación desde la temprana edad y programas de apoyo para quienes desean dejar de fumar. De hecho, esta última medida fue anunciada como parte del GES a partir de diciembre de este año. No se trata solo de prevenir distintos tipos de cáncer y enfermedades respiratorias o cardiovasculares, sino también de derribar un mito peligroso, que sigue costando vidas.

Dra. Carolina Gabler

Oncóloga Radioterapeuta de Clínica IRAM

Google News Portal Red Salud
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Prensa Salud

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here