A medida que envejecemos la disposición de nuestro cuerpo, además de nuestras necesidades de sueño, van cambiando. Si bien todo el mundo necesita descansar, cuando el tiempo pasa sobre nosotros, lograr esas 7 u 8 horas de sueño nocturno necesarias para reponerse, se vuelve una tarea cada vez más ardua.

Desde Clínica Somno la neuróloga María Angélica Silva, explica que “entender los cambios fisiológicos que ocurren en el cuerpo y cómo afectan a la calidad del sueño es importante para dormir mejor a medida que se envejece. A nivel general, con el paso de los años el sueño se vuelve más ligero y por tanto cualquier estímulo que interrumpa el descanso se vuelve un problema. Además, es importante no perder de vista que las necesidades cambian según edad, así pues, un recién nacido necesitará dormir unas 16 horas, mientras que los adultos sólo 8 horas”.

Pero, ¿cómo saber cuánto debo dormir según mi edad y cuáles son los factores que pueden entorpecer mi calidad de sueño? Desde Clínica Somno, nos entregan algunas recomendaciones:

 

Cómo dormir mejor a los 20 – 30 años

A estas edades lo recomendable es dormir entre 7 y 9 horas. Si bien en esta etapa, las personas pueden resistir a dormir poco, la recomendación es no hacerlo pues este hábito puede generar síntomas como fatiga diurna, afectación psicomotora, mayor tendencia a sufrir accidentes e incluso verse afectado el rendimiento académico o laboral.

Por lo mismo,  es aconsejable tratar de despertarse temprano todos los días, idealmente a la misma hora, ya que esto puede ayudarlos a sentirse cansados a una hora adecuada durante la noche y poder conciliar el sueño no demasiado tarde. Para los que ya trabajan es importante incorporar ejercicio y disminuir el consumo de cafeína para mantener una buena higiene del sueño y no estar obstaculizados por el estrés laboral y el abuso de tecnologías.

Cómo dormir mejor a los 40 – 50 años

A los cuarentas seguimos necesitando dormir entre 7 y 9 horas, pero el sueño que se alcanza suele ser menos profundo al cambiar su estructura. Esto implica que tenemos mucha facilidad para despertarnos ante estímulos externos, como ruidos, sonidos de televisión e incluso ronquidos de la pareja. En el caso de los 50, es necesario comenzar a cuidarse un poco más sobre todo con los hábitos saludables. Pero pasa algo particular con el caso de las mujeres, pues es el momento en que se acercan a la menopausia, lo que puede tener un gran impacto en el descanso.

Los consejos para dormir mejor en este rango de edad es procurar tener una buena higiene del sueño como también asegurar ciertas horas de exposición a la luz solar durante el día, lo que ayudará a regular la secreción de melatonina, que es la hormona que permite que logremos conciliar el sueño adecuadamente en la noche.

Cómo dormir mejor a los 60 años

A esta edad el descanso es derechamente menos profundo y hay muchos más despertares nocturnos que a edades más tempranas. Como media, los médicos advierten que las personas mayores se despiertan de 3 a 4 veces cada noche, lo que puede hacer que el descanso sea menos reparador. De acuerdo a la Fundación del Sueño de EEUU, dormir siestas es algo más habitual en las personas de mayor edad, lo que también puede alterar el descanso nocturno si se exceden en tiempo o se toman demasiado tarde. La recomendación es que la duración de las siestas no sobrepasen los 10 o 20 minutos y tratar de mantener un ejercicio físico adecuado, haciendo caminatas, yoga u otras actividades que cansen al cuerpo y disminuyan la fragmentación del sueño nocturno.

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