Desde el año 2000 nuevas infecciones se han reducido en un 35% y las muertes por sida en un 25%. Unos 16 millones de personas reciben actualmente tratamiento antirretrovírico, más de 11 millones de ellas en África. En África oriental y meridional diez millones de hombres se han ofrecido voluntarios para la circuncisión masculina por razones médicas –un procedimiento que reduce el riesgo de contraer el VIH en un 60%.
Con todo, ha llegado el momento de ser aún más audaces, de tomar medidas innovadoras para alcanzar la meta de los objetivos de desarrollo sostenible: poner fin a la epidemia para 2030. El pasado septiembre, los líderes mundiales acordaron ambiciosas metas intermedias para acelerar los esfuerzos por poner fin al sida.
En el Día Mundial del Sida, la OMS publicará nuevas recomendaciones para impulsar el logro de las metas: el uso de métodos innovadores para los análisis del VIH; la personalización de los tratamientos para atender las diversas necesidades individuales; y el ofrecimiento de una amplia selección de opciones de prevención.
Algunos países de ingresos bajos y medianos ya están dando prioridad a las medidas nacionales contra el sida. Los resultados son mejores cuando los países realizan importantes inversiones nacionales, fundamentan los programas sanitarios contra el sida en datos de buena calidad y simplifican los programas de prevención y tratamiento. En doce países se ha conseguido que el 60% o más de todas las personas con VIH sepan que son seropositivas y reciban tratamiento antirretrovírico.
Países pioneros como estos demuestran que las nuevas metas para poner fin al sida son factibles, incluso en entornos con recursos limitados.
Fuente : OMS – http://www.who.int/
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