Por Mariane Aragoni, Directora de Recursos Humanos de GE HealthCare Latinoamérica.
En el sector salud, las mujeres representan una fuerza importante y dominante, no importa en qué parte del mundo te encuentres. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 67% de los puestos de trabajo en la industria de la salud son ocupados por mujeres. Sin embargo, en los países de ingresos bajos y medios, representan el 63,8% de la fuerza laboral del sector, frente al 75,3% en las naciones con alto desarrollo económico[1].
Estos datos confirman que ya sea como investigadoras, doctoras, enfermeras, paramédicas o desarrolladoras de productos de tecnología médica, con su trabajo, las mujeres están causando un impacto positivo en la salud y sobre todo en la vida de otras mujeres, cuando ocupan puestos directivos. Muestra de ello es que diversos estudios han demostrado que el apoyo a las instalaciones sanitarias, la atención prenatal y la inmunización es más frecuente cuando son las mujeres quienes están a cargo del liderazgo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU)[2].
En el caso específico del desarrollo de productos para la salud de las mujeres, como miembro de una empresa líder en tecnología médica, diagnóstico farmacéutico y soluciones digitales, he sido testigo de cómo las mujeres están innovando continuamente para crear tecnología que ayude a diagnosticar y atender las enfermedades femeninas considerando nuestra anatomía. Por ejemplo, recientemente, el trabajo de un equipo de ingenieras mujeres de GE HealthCare, quienes se unieron y utilizaron sus conocimientos únicos como pacientes y como profesionales, dio como resultado el desarrollo de un equipo de mamografía con características que hacen más deseable realizar este estudio, no sólo porque está diseñado para la comodidad del paciente, sino también por la alta calidad de imágenes que ofrece.
Desde las áreas de Recursos Humanos de diversas empresas, las mujeres impulsamos una cultura para promover el cuidado de las enfermedades femeninas. Hoy es más común ver que en las organizaciones se desarrollen campañas y se ofrezcan prestaciones enfocadas a la detección temprana del cáncer de mama y cervicouterino, los cuales son dos de los tipos de cáncer más frecuentes en mujeres de Latinoamérica, de acuerdo Organización Panamericana de la Salud (OPS)[3].
Asimismo, entendemos la importancia de acortar la brecha de género en los entornos laborales, fortaleciendo la fuerza femenina en las organizaciones en las que colaboramos. Un factor importante que nos ha permitido fortalecer nuestra fuerza laboral femenina es nuestra cultura, que fomentan una vida saludable, tanto física como mentalmente, ofreciendo a nuestros colaboradores beneficios, instalaciones y programas de apoyo orientados a una vida saludable. Además, promovemos un feliz equilibrio entre el trabajo y la vida, a través de un esquema de trabajo flexible[4].
Equipo Prensa
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