Consumir frutas y verduras, incluir semillas y frutos secos en la alimentación, permite mejorar el sistema inmunológico y aumentar la energía de forma saludable.
Con el inicio del invierno, y con ello las bajas temperaturas, es común que se manifiesten cambios alimenticios, aumentando el consumo de calorías, dejando de lado alimentos más frescos, como frutas y verduras, y disminuyendo el consumo de agua.
Esto ya que, desde el punto de vista fisiológico, cuando baja la temperatura ambiental, el cuerpo requiere más energía para mantener en equilibrio la termogénesis, la cual se encarga de generar calor en el organismo debido a las reacciones metabólicas. También existen factores psicológicos y sociales, donde la cultura, como chilenos, invita al consumo de alimentos de la estación, como picarones, sopaipillas, calzones rotos, entre otros.
Jacqueline Ibarra, académica de la Facultad de Medicina, explica cómo mantener una alimentación balanceada en esta época del año: “Una alimentación balanceada es parte de nuestro autocuidado en salud, por lo tanto, si consumimos mayor cantidad de frutas y verduras, aumentamos nuestro sistema inmunológico. Incluir semillas y frutos secos, aceites de buena calidad, aumentan nuestra energía de forma saludable. Además de asegurarnos de mantenernos hidratados con consumo de hierbas o té frutales”.
Según comenta la académica, no es necesario incrementar el consumo de alimentos por el frío. Esto ya que el cuerpo debe consumir lo necesario, cubriendo los requerimientos nutricionales.
Aparición de múltiples patologías de riesgo cardiovascular, como hipertensión, obesidad, dislipidemias, diabetes, entre otras, son los principales factores de riesgo presentes por el alto consumo de calorías.
La nutricionista aborda la importancia de controlar el consumo de calorías en esta época del año, priorizando “nutrirnos en vez de alimentarnos, es decir, seleccionar muy bien lo que consumimos e ingresamos a nuestro organismo. Las guías alimentarias chilenas entregan recomendaciones estandarizadas para nuestra población”, detalla.
“Se debe moderar y limitar su consumo de las frituras en cantidad, porciones y frecuencia, para que no cause daño a tu salud. Tanto en adultos como niños lo ideal es cambiar el tipo de preparación por cocido, asado, al horno u otro, evitando las grasas saturadas”, añade.
Sobre la importancia de regular el consumo de calorías, Jacqueline Ibarra asegura que “es importante, ya que, a mayor consumo de calorías, que tu cuerpo no necesita, puede verse afectada tu salud por malnutrición por exceso y otras patologías”.
Equipo Prensa
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