• Las soluciones  digitales han permitido facilitar la labor de los profesionales de salud y beneficiar a miles de pacientes. Ecosistemas como EMIL(IA) han logrado reducir cerca 1.600 horas de trabajo correspondientes a la gestión administrativa, en tan solo dos meses.

 

Septiembre del 2024.- La Inteligencia Artificial (IA) se ha posicionado como una herramienta valiosa para enfrentar los desafíos contemporáneos en la gestión médica. Su capacidad para optimizar recursos, mejorar la toma de decisiones clínicas y personalizar tratamientos está redefiniendo la manera en que los sistemas de salud operan, haciéndolos más eficientes, accesibles y centrados en el paciente.

 

Para Francisco Guzmán, presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información (ACTI), “todo lo que se haga en tecnología que sea para mejorar la salud, sobre todo la pública, está en la línea correcta. Cualquier país que quiera realmente perfilarse como uno en vías de desarrollo debe apostar por estas innovaciones”.

 

La implementación de IA en la medicina ha permitido la detección temprana de enfermedades, la optimización de tiempos del personal sanitario y una significativa mejora en la experiencia del paciente. “Este cambio no es sólo acerca de la tecnología; es sobre cómo ésta puede ser apropiada y utilizada de manera efectiva por quienes más la necesitan”, comenta el  Dr. José Fernández, CEO Rayen Salud, empresa ganadora de los Tech Awards 2024 en la categoría Transformación Digital de la Industria.

 

En Chile, la implementación de IA ha comenzado a mostrar resultados tangibles en diversas redes hospitalarias. Un ejemplo destacado es EMIL(IA), una plataforma desarrollada por Rayen Salud que se enfoca en la automatización de procesos clínicos y administrativos, como el agendamiento de exámenes preventivos y el seguimiento de pacientes, lo que permite liberar al personal médico de tareas repetitivas y administrativas.

 

Un caso emblemático es la Red de Salud Municipal de La Pintana, donde, en tan solo dos meses, se lograron recuperar 1.600 horas de trabajo de matronas que debían llamar a pacientes para realizarse el papanicolaou (PAP). Esto fue posible gracias a la automatización de agendamientos basados en IA que utilizan una voz humanizada y lenguaje natural, lo que mejora la respuesta de los pacientes y reduce significativamente la tasa de ausencias en las citas programadas.

 

“La clave de nuestro éxito ha sido crear herramientas que se integren y mejoren los modelos de atención existentes. Cuando recuperas horas de asistencia para los que más lo necesitan, sientes que realmente el trabajo está hecho; ese es el verdadero valor de la tecnología en salud” agrega Fernández.

 

Con una continua inversión en estas tecnologías, el país está en camino de crear un sistema de salud más eficiente, accesible y centrado en el paciente, marcando un nuevo capítulo en la historia de la medicina. Representa un avance tecnológico y una promesa de mejora para la calidad de vida de miles de personas.

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