El aumento de casos de quemaduras en Chile durante los meses de verano genera la necesidad de nuevas soluciones para estos pacientes. La Ingeniería Civil Biomédica, nueva carrera de la Universidad Finis Terrae, emerge como una disciplina clave para desarrollar tecnologías y biomateriales que mejoren los tratamientos.

Cada verano, entre diciembre y febrero, se produce un notable incremento en el número de personas afectadas por quemaduras en Chile. Las causas se asocian principalmente a las celebraciones de fin de año, la mayor exposición al aire libre, pero también a los cada vez más recurrentes incendios forestales que en el último tiempo han contribuido a elevar las cifras. Se estima que cerca de 6 mil personas requieren hospitalización anualmente debido a quemaduras en nuestro país, con una tasa de mortalidad de 4,5 por cada mil habitantes. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que aproximadamente 11 millones de personas sufren quemaduras graves cada año, resultando en 180 mil muertes.

En este contexto, la fusión de la ingeniería y la medicina pueden generar un impacto significativo en el desarrollo de soluciones que mejoran la atención a los pacientes. La Ingeniería Civil Biomédica es la llamada a desarrollar los avances necesarios para mejorar el diagnóstico, monitoreo y tratamiento de quemaduras mediante tecnologías innovadoras, como la creación de biomateriales y la impresión 3D de tejidos. Estas innovaciones ofrecen esperanza a quienes enfrentan arduos procesos de recuperación.

En esta materia, la Universidad Finis Terrae ya ha dado un paso adelante en el área con la creación de la carrera de Ingeniería Civil Biomédica, con un enfoque que, aunque reciente en la universidad, no es nuevo en el ámbito académico. Este año se presentaron los resultados de un innovador proyecto llamado “Lo más profundo es la piel”, que exploró la fabricación de piel sintética utilizando biotejidos. El proyecto contó con la colaboración de estudiantes, académicos e investigadores de Ingeniería, Medicina y Arte.

“Este trabajo ha sido bastante interesante y nos permitió ganar un proyecto en conjunto con las facultades de Arte y Medicina”, señaló la Dra. María Luisa Cerón, académica de la Facultad de Ingeniería y de la nueva carrera de Ingeniería Civil Biomédica, quien trabajó en conjunto con la Dra. Valentina Montero de la Facultad de Arte y la Dra. Elisa Balboa, de la Facultad de Medicina. El proceso involucró el uso de materiales orgánicos como miel, agarosa y células vivas, combinando métodos de química sustentable y técnicas de economía celular. La piel fue escaneada y mediante impresión 3D se crearon estructuras de soporte, o andamios, sobre moldes de resina y silicona.

Proyecciones esperanzadoras

Para la Dra. Elisa Balboa, académica investigadora de la Facultad de Medicina, quien también está involucrada en el proyecto, indica que el avance en piel sintética es una evolución significativa en el campo de la medicina regenerativa. “Este tipo de investigación es crucial porque tiene el potencial de transformar cómo tratamos heridas complejas, como quemaduras graves o úlceras crónicas”, dice.

La experta agrega que “al incorporar células del propio paciente y materiales bioactivos como la miel, el objetivo es mejorar la integración del parche, reducir el rechazo inmunológico y acelerar la cicatrización, lo que representa un enfoque más personalizado y efectivo para la regeneración de tejidos”, puntualiza.

La Dra. Balboa, recalca que este tipo de avances pueden contribuir a “tratamientos más eficaces para heridas crónicas, que son un desafío en términos de cicatrización y calidad de vida del paciente. A largo plazo, podría haber aplicaciones en la creación de órganos o estructuras más complejas”. Es por ello que la académica investigadora valora la creación de la nueva carrera de Ingeniería Civil Biomédica, calificándola como “un paso muy importante hacia la innovación tecnológica en salud”.

En este tipo de investigaciones, también cumple un rol fundamental el Centro de Innovación de Clínica Las Condes, así lo destaca la Dra. María Luisa Cerón, quien señala; “Nosotros hemos venido colaborando permanentemente con el Centro de Innovación, lo que ha permitido generar trabajos de titulación para nuestros estudiantes de Ingeniería, aplicando competencias en el desarrollo de modelos y resolución de problemas”, indicó.

La académica, resalta avances como el uso de modelado e impresión 3D ya sea para crear los andamios en el caso de la piel sintética, pero también para ayudar en la planificación de cirugías, señalando que ya hay estudiantes de ingeniería que están familiarizados con este tipo de innovaciones.

Con la incorporación de la Ingeniería Civil Biomédica, a la oferta 2025 de la Universidad Finis Terrae, el objetivo es consolidar y expandir estas investigaciones. “Este trabajo que venimos haciendo ha sido muy fructífero y seguimos postulando a proyectos multidisciplinarios. Queremos que los futuros profesionales del área biomédica adquieran competencias para mejorar los tratamientos disponibles, y estamos confiados en que lo lograrán”, concluyó.

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