La temporada de piscina es uno de los momentos más esperados del año, ya que nos permite refrescarnos en los días calurosos que se presentan a fin de año en nuestro país. Sin embargo, la falta de precauciones al disfrutar de las piscinas y una higiene inadecuada de los oídos pueden dar lugar a problemas de salud serios, como la otitis externa.
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 70% de los niños menores de 7 años experimenta esta infección debido a la acumulación de líquido en los oídos, y la temporada de piscina es uno de los factores que aumentan este riesgo.
Angélica Olguin, fonoaudióloga con más de 10 años de experiencia en el tratamiento de servicios auditivos, explica cómo un simple clavado en la piscina puede provocar una molesta sensación de taponamiento en los oídos.
“Cuando te sumerges en el agua, la presión empuja el cerumen hacia el fondo del oído. Esto bloquea el conducto auditivo, lo que causa una sensación de taponamiento muy incómoda, que puede incluso alterar la audición temporalmente”, detalla Olguin.
Además, la experta advierte que el agua estancada en el oído puede provocar complicaciones como una pérdida parcial de la audición. “Cuando el agua queda atrapada y no se drena correctamente, la humedad en el oído fomenta el crecimiento de bacterias, lo que lleva a infecciones dolorosas. Si la infección se agrava, puede causar una pérdida auditiva temporal o incluso prolongada”, añade.
Para evitar estas molestias, Angélica recomienda algunas prácticas de cuidado como nadar solo en aguas limpias, evitar saltos desde gran altura para proteger el tímpano y secar bien la entrada del oído con el dedo meñique, sin usar cotonitos.
La temporada de piscinas es perfecta para aprovechar al máximo el verano, pero es fundamental adoptar las precauciones necesarias para prevenir problemas auditivos, como infección en el oído.
Equipo Prensa
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