Si ya ha tenido un cálculo renal, usted está en riesgo de volver a tener uno en esta época. En verano, debido a las altas temperaturas, existe una mayor incidencia de ataques de cálculos renales. Aquí le explicamos por qué y le entregamos recomendaciones para disminuir el riesgo.
Si bien la ocurrencia de un cólico renal es un evento no predecible, en verano, debido a las altas temperaturas, existe una mayor incidencia de ataques de cálculos renales. Lo anterior se podría explicar por la deshidratación aguda y su efecto renal. “La enfermedad de los cálculos renales es muy frecuente en Chile, los urólogos que nos dedicamos a este tema hemos levantado alertas hace años. Se estima que el 10-15% de la población padecerá de cálculos en algún momento de su vida, « comenta el doctor Felipe Águila, urólogo de Clínica Las Condes.
Cuando hablamos de cálculos, es importante enfatizar que se trata de una enfermedad metabólica crónica, en la cual existe un desequilibrio en la orina lo que lleva a precipitar ciertos elementos que finalmente forman una verdadera roca dentro de nuestros riñones.
“Es importante que los pacientes asuman esta entidad como una enfermedad crónica, que necesita un buen diagnóstico, un seguimiento, prevención y controles. Muchas veces los pacientes normalizan tener una vez al año ataque de cálculos, sin embargo, es una patología que se puede prevenir” afirma el especialista.
Van a existir factores propios que nos pueden predisponer a formar cálculos, pero también tenemos factores ambientales y de la dieta que son modificables para evitar su aparición. Uno de los factores más comunes en la formación de piedras renales es la deshidratación crónica.
Según el doctor Águila “en época estival cuando empiezan las altas temperaturas, enfatizamos en el calor extremo, o aquellos días emblemáticos donde en todas las noticias nos avisan de la temperatura alcanzada. Sin embargo, es importante poner énfasis en toda la temporada. Se requiere educar respecto a la importancia de hidratarse. De evitar la exposición al sol en las horas de más intensidad, de planificar nuestro día. También del punto de vista de gestión de riesgo, es importante que nuestras autoridades relevan la importancia de este problema, evitando actividades masivas en días y horas de mayor calor, aumentando las medidas de mitigación y realizando una planificación de ciudad que responda a esta nueva realidad en lo climático”.
Si se recomienda tomar dos litros de agua a diario, en época estival, es altamente probable que -según el nivel de actividad física de la persona y la temperatura de su entorno- esa cantidad no baste. Por otra parte, no todo tipo de líquidos hidrata de la misma manera, por lo que es clave cuidar la calidad de lo que bebes, pues la deshidratación es la que genera el terreno fértil para la producción de más cálculos».
Los cálculos renales son depósitos de mineral y sales ácidas que se cristalizan y se adhieren formando una piedra cuyo tamaño va desde el de un grano de arena hasta el de una pelota de golf. Este fenómeno ocurre cuando la orina se vuelve muy concentrada. Por ello, es clave mantener una hidratación correcta y suficiente que permita una orina más diluida, que impida esta cristalización que genera las piedras o cálculos, cuya eliminación puede generar dolores importantes.
En resumen, un bajo volumen de orina, debido a una pérdida de agua no compensada, genera mayor concentración de compuestos urinarios, aumentando el riesgo de formar cálculos.
Recomendaciones para disminuir el riesgo de ataques de cálculos de riñón:
- Una hidratación de calidad es fundamental: tome más agua de lo que se toma durante el resto del año es esencial.
- Cuide su dieta: los alimentos ricos en oxalato como espinacas, betarragas, acelgas, perejil, puerros, apio, porotitos verdes, papas, pimiento verde, lechuga, frutillas, limón, frambuesas, germen de trigo, maní y nueces, combinados con altas cantidades de proteínas, sodio y azúcar, pueden elevar los niveles de calcio en los riñones, lo que puede incrementar el riesgo de formación de cálculos renales.
- Cuídese y siga las recomendaciones de su médico si tiene diabetes, hipertensión arterial, obesidad o hiperparatiroidismo, ya que estas enfermedades pueden llevar a la formación de cálculos.
Cólicos renales
Los cálculos renales comienzan a generar molestias cuando se mueven al interior de la uretra que conecta el riñón y la vejiga y el mayor dolor se genera cuando la piedra pasa a la vejiga, a través del tracto urinario.
Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, aunque, normalmente, los cálculos no producen daños importantes si se detectan a tiempo. En algunos casos puede ser que solo tenga que tomar analgésicos y mucha agua para expulsar un cálculo renal. En otros, es posible que necesite una cirugía.
Algunos síntomas
- Dolor punzante e intenso en costados y espalda, bajo las costillas
- Dolor hacia parte baja del abdomen y que llega a la ingle
- Oleada de dolores de intensidad fluctuante
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Orina de color rosado, rojo o marrón
- Orina turbia o maloliente
- Necesidad constante de orinar, con mayor frecuencia
- Orina en pequeñas cantidades
Consulte con un médico si comienza a tener dificultades para orinar, si no encuentra posición alguna que no le genere dolor, si al dolor se suman náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos y/o sangre en la orina
Quedamos a su disposición si requieren entrevistar a algún especialista para este u otro tema
Equipo Prensa
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