Cada año, el Día Mundial del Sueño nos recuerda la importancia de un descanso reparador para la salud física y mental. Una de las claves para lograr dormir profundamente es la alimentación. Consumir ciertos alimentos ricos en melatonina, serotonina y vitamina D puede marcar la diferencia en la regulación del ciclo del sueño.
Uno de los alimentos más recomendados es el salmón, que destaca por su alto contenido de vitamina D y Omega 3. Estos nutrientes son fundamentales para la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo del sueño. Además, su consumo ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, favoreciendo un descanso más efectivo. Incluir salmón en la dieta también aporta beneficios adicionales, como el fortalecimiento del sistema inmunológico y la mejora de la salud cardiovascular.
En este sentido, la Master en Nutrición y profesora adjunta del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos, INTA, Universidad de Chile, Susanne Reyes, enfatiza que “el sueño y la alimentación están estrechamente relacionados, y aunque no hay una única solución para mejorar el descanso, ciertos alimentos pueden desempeñar un papel clave. El salmón, por ejemplo, ha sido estudiado por su contenido de vitamina D, proteínas de alta calidad y ácidos grasos omega-3, que favorecen la producción de melatonina y la activación del sistema nervioso parasimpático, promoviendo la relajación. Investigaciones sugieren que su consumo podría mejorar la calidad del sueño”, detalló.
Además del salmón, existen otros alimentos que contribuyen a mejorar la calidad del sueño:
- Frutas: Como las cerezas ácidas y el kiwi, que contienen melatonina natural y ayudan a regular el ritmo circadiano.
- Verduras: Espinaca, brócoli y zanahorias, ricas en antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo y mejorar la relajación.
- Cereales integrales: Favorecen la producción de serotonina, un neurotransmisor clave en la regulación del sueño.
- Papas y legumbres: Aportan hidratos de carbono complejos que estabilizan los niveles de energía y promueven un sueño más reparador.
- Frutos secos y semillas: Las almendras, nueces y semillas de girasol son fuentes naturales de triptófano y magnesio, ayudando a la relajación muscular.
- Aceite de oliva: Contribuye a la relajación muscular y al equilibrio hormonal, favoreciendo un descanso profundo.
- Lácteos y huevos: Ricos en calcio y triptófano, favorecen la producción de melatonina y serotonina, mejorando la conciliación del sueño.
Según estudios, una alimentación equilibrada que incluya estos alimentos puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, reducir el insomnio y favorecer una mayor sensación de bienestar al despertar. Incluir estos ingredientes en la dieta diaria es una forma sencilla y natural de cuidar el descanso y la salud en general.
El salmón es el segundo producto más exportado de Chile, consolidando al país como una potencia alimentaria a nivel global gracias a este recurso clave. Además, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha destacado el papel fundamental de la acuicultura en la seguridad alimentaria, señalando a los salmones como protagonistas de la transformación azul que el planeta necesita para desarrollar soluciones sostenibles que garanticen la alimentación del futuro.