- La exposición prolongada al agua, las temperaturas extremas y la radiación UV, entre otros factores, provocan la deshidratación del que es nuestro órgano más extenso, dejándolo con una apariencia escamosa, sin brillo y más sensible.
Se acaban las vacaciones y atrás quedan los días de sol, piscina y playa que, si bien representan momentos de disfrute, tienen una consecuencia innegable: el daño de nuestra piel. Así es, porque el nivel de humedad, las temperaturas extremas, el viento, el sol y la radiación UV, son responsables de la deshidratación de nuestro órgano más extenso y, por ende, hacen que al finalizar la temporada su apariencia no sea la óptima.
Al respecto, la Dra. Silvia Soto, dermatóloga de la Universidad de Chile y especialista para Lactovit, detalla que la exposición prolongada a ambientes acuáticos puede hacer que la piel “pierda agua en forma excesiva y se tienda a sentir seca. Eso es reflejo de que tenemos menos lípidos en la piel y por eso la vemos escamosa, sin brillo y más sensible. En algunas oportunidades incluso pueden agravarse casos más complejos como las dermatitis atópicas, psoriasis y otras enfermedades. Esto afecta a todas las zonas del cuerpo, incluidas las manos y los pies”. A eso, se suma el hecho que durante las vacaciones se suelen dejar de lado las rutinas habituales de cuidado de la piel y “andamos más descubiertos, lo cual nos expone a quemaduras solares que pueden provocar enrojecimiento, ardor y, en situaciones más graves, la descamación en parches de nuestra piel, que se traduce en una alteración de la barrera cutánea”, puntualiza.
Frente a esto, la pregunta es ¿cómo podemos revertir ese daño? La profesional enfatiza en que es fundamental retomar rutinas de hidratación, eligiendo adecuadamente los productos a utilizar y velando porque estos contengan ciertos ingredientes. “La urea, por ejemplo, es un compuesto químico humectante que podemos encontrar naturalmente en nuestra piel y tiene múltiples propiedades: hidrata, disminuye la pérdida de agua, refuerza la función de barrera de la piel y exfolia suavemente. Por lo general puede ser usada en cualquier tipo de piel en forma de cremas, lociones o productos de exfoliación. Asimismo, el ácido láctico es conocido por ayudar a renovar las células muertas de la piel, mejorar su textura y favorecer las propiedades humectantes”.
En este contexto, una de las cremas que está marcando pauta en el mercado es Lactourea de Lactovit, compañía especialista en el cuidado de la piel de toda la familia, con más de 20 años de experiencia y pionera en llevar los beneficios de la leche a todos sus productos. Lactourea, con su doble acción, proporciona una hidratación intensiva y repara la barrera cutánea para prevenir la deshidratación. Su secreto es el complejo lactoúrea. Por un lado, el lactato aporta nutrientes a la piel y crea un efecto barrera que protege contra la deshidratación. Como complemento la urea, capta el agua del medio ambiente y mantiene el equilibrio hídrico y potencia la hidratación, reparando los daños de la piel seca. “En productos como este ambos componentes se potencian y favorecen una acción sinérgica que permite restablecer una apariencia más tersa y humectada en la superficie corporal”, asegura la Dra. Soto.
Y así como hay ciertas recomendaciones a seguir, la profesional indica hábitos que se deben evitar. “Bañarnos con agua muy caliente, frotar excesivamente la piel al secarnos, exfoliar con productos muy abrasivos, escoger cremas inadecuadas o no aplicar una cantidad suficiente con la frecuencia debida, son algunas de las acciones que debemos procurar dejar de lado”, comenta la dermatóloga, haciendo énfasis en que “con todas estas medidas nos referimos al daño agudo post verano, pero no debemos olvidar que inevitablemente esto se traduce en un daño más profundo que puede abarcar todas las capas de la piel e incluso dañar el ADN celular. El 80% del envejecimiento de la piel es producto de la radiación solar que recibimos sin protección solar adecuada, por tanto evitar esa situación es el primer y más importante consejo”.