Conocido por sus efectos antiinflamatorios y su rol en la salud cardiovascular y cerebral, el Omega 3 es un aliado clave para el bienestar. Pero en Chile, su bajo consumo sigue siendo una deuda pendiente. Incorporarlo de forma suficiente, ya sea a través de la alimentación o suplementación sostenible, es una oportunidad concreta para cuidar de nuestro cuerpo y del planeta.

Mayo 2025.- El Omega 3 es uno de los nutrientes esenciales más estudiados por la ciencia en los últimos años. Sus beneficios abarcan desde la salud cardiovascular hasta la prevención del deterioro cognitivo, pasando por su reconocido rol antiinflamatorio. Sin embargo, en Chile, su ingesta sigue siendo inferior a las recomendaciones nutricionales, lo que limita su potencial preventivo, especialmente frente a enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). “El bajo consumo de pescado —que según las guías alimentarias chilenas deben incorporarse al menos dos veces por semana— refleja una deficiencia importante en la ingesta de Omega 3 en la población. Esta brecha nutricional no solo afecta negativamente nuestra salud, sino que también representa una oportunidad desaprovechada para incorporar un nutriente con beneficios ampliamente respaldados por la evidencia científica”, explica Chris Pefaur, nutricionista del laboratorio Nutrapharm. 

Los ácidos grasos Omega 3 no son producidos naturalmente por el cuerpo humano, por lo que deben incorporarse mediante el consumo regular de pescados grasos, mariscos, algas  o suplementos. En este sentido, el panorama nacional plantea desafíos: en promedio, los chilenos comen pescado solo 3,6 veces y mariscos 2,3 veces al mes y apenas el 9,2% cumple con la recomendación de consumir productos del mar al menos dos veces por semana, según la última Encuesta Nacional de Salud.

Este bajo consumo contrasta con los múltiples beneficios documentados por la ciencia:

  • Disminución de la inflamación sistémica, especialmente útil en personas con obesidad.
  • Mejora del perfil lipídico, reduciendo triglicéridos y colesterol.
  • Regulación de la presión arterial y reducción del riesgo cardiovascular.
  • Contribuye al mantenimiento de la función cognitiva y ayuda a prevenir su deterioro.

En un país donde el 42% de los adultos mayores de 20 años vive con obesidad según la Federación Mundial de la Obesidad, el Omega 3 podría ser una herramienta clave dentro de un enfoque integral para el cuidado de la salud.

Suplementación: una solución accesible y sostenible

“Para quienes no logran alcanzar los niveles adecuados a través de la alimentación, la suplementación con Omega 3 se convierte en una alternativa efectiva. Opciones como My OmegaRed, que combinan aceite de pescado ultraconcentrado y aceite de krill, no sólo aseguran una alta biodisponibilidad, sino que también apuntan a un consumo más consciente y sostenible”, comenta Pefaur.

El aceite de krill, extraído de una de las fuentes más puras del océano Austral, ofrece una opción rica en Omega 3 y fosfolípidos. Su producción, cuando se realiza bajo estándares internacionales de trazabilidad y sustentabilidad, permite proteger los ecosistemas marinos sin renunciar a los beneficios nutricionales para las personas.

Cuidar lo que comemos, cuidar el planeta

El consumo responsable de productos del mar no solo es un acto de autocuidado, sino también un compromiso con el medio ambiente. En Chile, el consumo per cápita anual de productos del mar se ha mantenido en torno a los 15,8 kilos, según cifras de Subpesca, aún por debajo del promedio mundial estimado por la FAO en 19,7 kilos. A esto se suma que más del 90% del consumo ocurre en el hogar, lo que hace aún más relevante la educación alimentaria y la elección informada en el punto de compra.

Es fundamental que tanto consumidores como la industria se unan en el compromiso de fomentar una cultura alimentaria más saludable, sustentable y consciente. El Omega 3 no es solo un nutriente: es una oportunidad para mejorar vidas, cuidar nuestro entorno y avanzar hacia un futuro donde comer bien también signifique vivir mejor. “Por ejemplo, suplementos como My OmegaRed, son libres de metales pesados y con sello Friend of the Sea, lo que refleja cómo la innovación puede ir de la mano con el respeto al medio ambiente y a los océanos”, concluye Pefaur.

Acerca de:

Nutrapharm es un laboratorio chileno, líder en el desarrollo de productos nutracéuticos y alimentos funcionales, que nace en el 2008 como respuesta a la tendencia mundial de optar por alternativas naturales, que contribuyan a una mejor salud de las personas.

 

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