Para la cadena de gimnasios Sportlife la inclusión no es solo una política, sino una práctica diaria profundamente arraigada en su cultura corporativa. Ello es algo que se observa fácilmente en sus actitudes y decisiones cotidianas y en su compromiso real con la diversidad, la igualdad de oportunidades y la eliminación de la discriminación.

Así quedó demostrado con el reconocimiento que recibió la cadena al haber alcanzado durante este año un 86 % en el Diagnóstico de Inclusión Laboral de la Fundación Miradas Compartidas, situándola en un nivel alto. 

Este logro refleja su solidez en áreas como cumplimiento normativo, prácticas inclusivas, prevención de riesgos laborales con enfoque inclusivo y una destacada superación de barreras actitudinales. Al mismo tiempo, la evaluación señala espacios de mejora en accesibilidad tecnológica y física, marcando una dirección clara hacia una mejora continua.

El compromiso institucional se evidencia también en avances estratégicos. En 2023, la empresa presentó su política de diversidad, inclusión e igualdad de oportunidades, que promueve el respeto por la individualidad y reafirma un rechazo inequívoco a cualquier forma de discriminación. 

Un año más tarde, esa visión se incorporó al proceso de reclutamiento y selección. Eso quiere decir que cuando se considera contratar a una persona con discapacidad, un gestor de inclusión laboral evalúa el cargo de antemano, garantizando condiciones óptimas de desarrollo y permanencia. En paralelo, el Reglamento de Alumnos fue revisado y adaptado para fortalecer el respeto a los Derechos Fundamentales y asegurar la no discriminación en todas las instancias de servicio.

Estos principios se materializan también en acciones de largo aliento. Sportlife mantiene una alianza de más de una década con la Fundación Miradas Compartidas, ofreciendo clases grupales exclusivas para sus participantes en la Región Metropolitana y la V Región. 

“En Sportlife somos una empresa inclusiva que promueve la diversidad y la igualdad de oportunidades. Aquí todos son bienvenidos, y entendemos que las diferencias son nuestra mayor fortaleza”, señaló Marcela Díaz, gerente general de Sportlife.

Además, en Punta Arenas, recientemente, colaboradores participaron en un taller de lengua de señas chilena liderado por Felipe Villarroel, Gerente Zonal. Asimismo, la mesa de inclusión y diversidad, compuesta por colaboradores de distintas regiones y encabezada por el mismo Felipe Villarroel, ha permitido impulsar iniciativas participativas que responden a contextos locales.

La visibilidad de estos esfuerzos es clave: Sportlife promueve y reconoce las buenas prácticas inclusivas en toda la organización. Un ejemplo inspirador es el de Adrián Carrión, ganador del concurso interno ‘Transformamos Vidas’, quien protagonizó junto a un alumno con discapacidad auditiva de la sede Bories una historia única de inclusión. El profesor aprendió lo básico de lengua de señas —enseñado por el propio alumno— para poder entrenarlo, demostrando que la verdadera transformación surge al eliminar barreras y abrir caminos para la participación plena de todos.

Para Sportlife la inclusión no es una meta futura, sino un camino cotidiano presente que forma parte de su esencia como compañía.

 

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