En la actualidad, más de 2,5 millones de personas esperan atención médica, y en 2023, más de 17.000 personas fallecieron mientras aguardaban una intervención, siendo la mayoría adultos mayores. La mediana de espera para consultas de especialidad es de 255 días. Si bien esta cifra muestra una mejora respecto a años anteriores, aún queda mucho por hacer.
Contraloría detectó ciertas irregularidades, como la priorización indebida de ciertos funcionarios y sus familiares para intervenciones quirúrgicas, problemática que nos recuerda la necesidad de una revisión exhaustiva de nuestros procesos, para asegurar que todas las personas reciban la atención que necesitan de manera justa y equitativa.
La preocupación generalizada por las listas de espera en el sistema público de salud llevó a la Cámara de Diputados a aprobar una interpelación a la ministra de Salud, Ximena Aguilera. Este hecho resalta la urgencia de abordar esta problemática de manera efectiva.
Es fundamental fomentar la transparencia en la gestión de las listas de espera. Portales como el Visor Ciudadano de Tiempos de Espera del Ministerio de Salud son un avance en esta dirección, pero es crucial que se actualicen constantemente y que exista una comunicación efectiva con los pacientes.
La implementación de sistemas de agendamiento inteligentes, que prioricen según la urgencia médica y la disponibilidad de recursos, puede mejorar significativamente la eficiencia del sistema. En este contexto, la tecnología se convierte en una aliada clave para optimizar la gestión de las listas de espera.
Además, la colaboración entre el sector público y privado puede ofrecer soluciones viables. Organizaciones como la Fundación Lista de Espera están trabajando para reducir estas listas, financiando cirugías de alta y mediana complejidad. Apoyar y ampliar este tipo de iniciativas puede aliviar la carga del sistema público y garantizar atención oportuna a quienes más lo necesitan.
Es imperativo que el Estado, las instituciones de salud y el sector privado trabajen en conjunto en la implementación de soluciones innovadoras y sostenibles. La salud de millones de chilenos depende de nuestra capacidad para adaptarnos y mejorar. No podemos permitir que más vidas se pierdan por una gestión ineficiente de los recursos disponibles.
La modernización del sistema de salud chileno es una tarea urgente y necesaria. La tecnología, la transparencia y la colaboración son pilares fundamentales en este proceso. Es momento de actuar con decisión y compromiso para garantizar una atención digna y oportuna para todos.
Equipo Prensa
Portal Prensa Salud