Entre los espacios ya construidos en Chile con cubiertas vegetales se encuentran los hospitales de La Florida, Del Carmen de Maipú, de Talca, Rancagua, diversas clínicas privadas y otros en construcción.
Atrás quedaron los antiguamente llamados “sanatorios” originados en fríos y dolientes claustros religiosos, para ser transformados en espacios más optimistas y humanizados, centrados más en el paciente que en la enfermedad. En este ambiente, la persona comienza a dejar de ser un “enfermo que padece” y comienza a ser un “huésped en vías de sanación”.
La arquitectura hospitalaria en Chile ha visto los beneficios y ha estado incorporando el uso de cubiertas vegetales, aprovechando el enriquecimiento que estas aportan. Entre los recintos ya construidos utilizando estos sistemas se encuentran los hospitales de La Florida, Del Carmen de Maipú, de Talca, Rancagua y otros en construcción, todos ellos con diseños que incorporan en sus cubiertas esta solución vegetada.
Vicky Rojas, parte de la directiva de AARQHOS y directora ejecutiva de la oficina de arquitectura VR+ARQ, asegura que las cubiertas vegetales responden a la necesidad de demandas de mayor eficiencia energética y regeneración ambiental de las ciudades. Sus beneficios son múltiples, a nivel urbano evitan inundaciones al regular el flujo de aguas lluvias, controlan el efecto de isla de calor en los centros urbanos al moderar las temperaturas, mejoran la calidad de aire exterior, y contribuyen a la biodiversidad. Mientras que, a nivel del edificio las cubiertas vegetales sirven como retenedores de aguas lluvias, controlando las excesivas escorrentías, mejoran la demanda energética del edificio, ayudan a reducir el ruido externo y crean biodiversidad, siendo un aporte a la calidad del medio ambiente.
Psicológicamente también otorgan múltiples ganancias: “Un espacio vegetado ayuda a normalizar el humor, genera bienestar, estimula el uso de los sentidos, aporta espacios para sociabilizar e incorpora áreas verdes para poder tener contacto con el exterior”, dijo la arquitecta.
En cuanto a la arquitectura de la salud, diversas investigaciones han demostrado la relación entre la buena salud y orientación, distribución, ubicación y decoración de los hospitales, donde la arquitectura puede contribuir a acelerar o retardar la recuperación de un paciente. “Si bien la arquitectura no cura, diversos diseños y proyectos sí pueden ayudar a mejorar la calidad de vida”, aseguró Rojas.
En Europa se han realizado diversos estudios para constatar el efecto de la naturaleza en la recuperación de los pacientes. Varios investigadores han informado de que las experiencias sensoriales de visión y sonido relacionadas con la naturaleza pueden reducir el estrés y la tensión, así como favorecer una recuperación más rápida de la cirugía. En un estudio realizado, sobre la recuperación de pacientes que se sometieron a cirugía de vesícula, encontraron que aquellos que contaban con una vista natural se recuperaron más rápido pasando menos tiempo en el hospital, requirieron menos analgésicos y tuvieron menos complicaciones post operatorias en comparación con aquellos que tuvieron vistas sin naturaleza. (Ullrich 1984)
Así, existen evidencias científicas que demuestran que el solo hecho de que los pacientes tengan vista a espacios verdes reduce el estrés y mejora sus resultados de salud.
Heriberto Hildebrandt, presidente de AARQHOS, aseguró que “lo más importante en el diseño de un recinto hospitalario debiese ser el ser humano, siempre pensar en el paciente, entregándole una estadía confortable, segura y en pos a su recuperación”.
Hashem Akbari, científico colaborador de la E.P.A., a partir de un modelo computacional, predijo que en Chicago, Estados Unidos: como resultado de la aplicación de cubiertas ecológicas, se podría reducir hasta en 7°C la temperatura en las épocas más calurosas, lo que podría significar un ahorro de hasta 100 millones de dólares al año. Lo anterior, debido a que se podría disminuir en un 10% las necesidades de aire acondicionado, como consecuencia de la mayor capacidad aislante de las construcciones que incluyen tales cubiertas, la cual oscila entre 20% a 30% en comparación a una estructura estándar.
En estos momentos el Hospital Gustavo Frike de Viña del Mar y el Hospital de Curicó, contemplan el uso de cubierta vegetal.
Fuente:
AARQHOS – Asociación Chilena de Arquitectura y Especialidades Hospitalarias
Nicole Otazo C. – Vértice Comunicaciones
Equipo Prensa
Portal Prensa Salud