En Chile, cada 3 horas se diagnostica a una mujer, aunque existe un aumento de casos en los últimos años. La detección precoz de esta patología sería clave a la hora de elevar la supervivencia de las pacientes.
En octubre se conmemora el Día Nacional del Cáncer de Mama, que se ha vuelto la primera causa de muerte por cáncer en mujeres del país y del mundo, cobrando la vida de 1500 chilenas al año, según el Ministerio de Salud. Por esto, es fundamental conocer sus causas y las señales tempranas que entrega, ya que los factores que inciden en su aparición suelen ser múltiples, desde los hormonales, ambientales y genéticos, además del estilo de vida.
De acuerdo a la Clínica Mayo, las investigaciones no han llegado a resultados concluyentes sobre por qué algunas personas sin factores de riesgo desarrollan cáncer pero otras que sí los tienen, no. Por esto, sugieren que es probable que este cáncer sea causado por una compleja interacción entre el perfil genético de cada mujer y su medio ambiente. “Todas las mujeres somos susceptibles al desarrollo de este tipo de cáncer. Por esto, es clave poner foco en la detección temprana, ya que la supervivencia aumenta entre antes sea detectado y tratado”, indica Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.
Por esto, se debe tener cuidado a ciertos síntomas y signos que podrían alertarnos de algún problema en los senos:
– Aparición de un bulto duro, que puede ser detectado fácilmente al tocarse la mama.
– Cambio en su aspecto o en su forma, ya sea a través de la reducción o hundimiento del total o algunos sectores, o el aumento de tamaño en sus contornos.
– Endurecimiento o engrosamiento en el tejido de ellas, la apariencia de la llamada “piel de naranja” en ellas.
– Inflamación y dolor en cualquier parte de la mama.
– Hundimiento o secreción del pezón.
A pesar de no existir mayor claridad sobre las causas, el Centro de Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) destaca algunos factores que se presentan con mayor frecuencia entre las afectadas:
– Ser mujer: Aún cuando gran parte de los diagnósticos se presentan en mujeres, los hombres no están exentos de desarrollarlo, “aun cuando representan el 1% de los casos diagnosticados”, señala Molina.
– Edad: El riesgo aumenta en pacientes de mayor edad. La facultativa indica que siete de cada 10 mujeres diagnosticadas en Chile son mujeres mayores de 50 años. “Generalmente, los especialistas comienzan a pedir exámenes a contar de los 40 años por esta razón”, menciona.
– Antecedentes familiares y genética: Si a la madre, abuela, hermana o tía se le ha detectado este tipo de cáncer -sobre todo a una edad temprana- el riesgo aumenta. Asimismo, hay mutaciones genéticas que también lo incrementan. Las más conocidas son BRCA1 y BRCA2.
– Mujeres sin hijos o aquellas que han tenido su primer hijo a una edad más avanzada (más de 30 años).
Molina señala que existen otros factores como la obesidad, la edad de la primera menstruación, u otras ambientales como el consumo de alcohol o la exposición a radiación. Por esto, también es importante mantener un estilo de vida saludable, que ayudará a conservar un bienestar general del organismo.
Asimismo, recalca la importancia del autoexamen “ya que a través de este chequeo casero podremos detectar cambios o problemas en ellas”. Sin embargo, aclara que la realización de una mamografía anual es fundamental en la detección precoz, puesto que “es el único examen que podrá mostrar pequeños tumores o alteraciones al interior de las mamas”. Muchos especialistas piden complementar este examen con una ecografía mamaria, que ayudará a diferenciar entre nódulos líquidos o sólidos – condiciones malignas o benignas-, en caso de existir. “Si bien el cáncer de mamas no se puede prevenir, la detección temprana es clave para tener un buen pronóstico en el tratamiento a seguir”, finaliza Molina.
Equipo Prensa
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