63 % de los usuarios que utilizan secadores de aire no terminan de secarse las manos por completo, lo que incrementa la probabilidad de propagación de gérmenes.
Una toalla de papel elimina hasta el 77% de las bacterias que persisten en las manos después del lavado.
Santiago, julio de 2024. Al entrar a un baño público y tras lavarse las manos, existen dos opciones para secarlas: toallas de papel o secador de aire y, aunque se crea que es una decisión sin sentido, no lo es, ya que la elección que tomamos puede ayudarnos reducir en más de un 50 % la presencia de bacterias tras el lavado.
Así lo demuestra la nueva “Encuesta Global de Higiene y Salud” elaborada por Essity y analizada por la marca Tork®, líder global en soluciones de higiene profesional. El estudio revela que los secadores de aire no solo dejan las manos medio húmedas (ambiente propenso para la reproducción de bacterias), sino que pueden tener hasta 48 veces más bacterias que el asiento de un inodoro y, por lo mismo, incrementan hasta en 42 % las bacterias en los dedos y manos. En esa línea, el 63 % de los usuarios que utilizan secadores no terminan de secarse por completo, lo que incrementa la probabilidad de propagación de gérmenes.
Por eso, se recomienda el uso de toallas de papel para el secado de manos, debido a que acaban con la humedad por completo y, gracias al frotado de manos que se realiza con el material, pueden eliminar hasta 77 % de las bacterias que quedan después del agua y jabón. Esta preferencia ya es elegida por los usuarios: 68 % de las personas prefieren el uso de toallas de mano desechables en lugar de secadores de aire.
Estas cifras confirman que las soluciones de toallas de mano desechables son más eficientes y rápidas, evitan aglomeraciones y contaminación auditiva, y proporcionan una experiencia más higiénica y cómoda para los usuarios. Estas toallas también son útiles para otras funciones como sonarse la nariz, limpiarse la boca o evitar tocar superficies contaminadas, garantizando que los gérmenes se queden en la papelera y no se esparzan por otras superficies.
“Nuestro compromiso es ofrecer alternativas de higiene que sean efectivas y seguras. La encuesta realizada nos arroja datos de gran valor para estar en constante aprendizaje, innovando con los mejores productos en función de cubrir las necesidades de los usuarios a partir de las correctas prácticas de higiene en baños públicos», afirma Francisco Salamé, director de negocios de Tork® en el Cono Sur.
Equipo Prensa
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, sino que pueden tener hasta 48 veces más bacterias que el asiento de un inodoro y, por lo mismo, incrementan hasta en 42 % las bacterias en los dedos y manos. En esa línea, el 63 % de los usuarios que utilizan secadores no terminan de secarse por completo, lo que incrementa la probabilidad de propagación de gérmenes. ){kind=link}