Es clave el uso de productos enfocados en cada persona, y que respondan con precisión a las necesidades específicas tanto de su piel como a sus condiciones de vida. En ese contexto, una rutina personalizada marca la diferencia: se adapta, evoluciona y mantiene activa la respuesta de tu piel.
“Nuestra piel no es estática, se va renovando constantemente y cambiando en respuesta a factores externos o internos. En ese contexto, con el tiempo, se va adaptando a los activos que aplicamos regularmente en cualquier rutina de skincare, esto hace que dejen de responder de la misma forma”, explica la dermatóloga y PhD Lía Hojman, cofundadora de Skinology.
No muchos saben que nuestra piel se adapta a los ingredientes que aplicamos regularmente, lo que puede disminuir la efectividad de nuestra rutina de cuidado. Además, factores como la exposición solar, cambios hormonales y el envejecimiento natural pueden provocar manchas y otras alteraciones cutáneas. Entonces, ¿cómo lograr que el skincare siga siendo realmente efectivo?
Al respecto, Lía Hojman explica que la clave está en la evolución. “Si la piel tolera bien ciertos ingredientes y concentraciones, podemos ir ajustándose para que sigan generando mejoras. Es un proceso similar al de cualquier tratamiento dermatológico: lo que funcionaba al inicio puede necesitar ajustes para mantener y potenciar los resultados”.
Lo anterior, sería similar a ir al gimnasio y hacer siempre la misma rutina: al principio ves resultados, pero con el tiempo el cuerpo se acostumbra y ya no pasa mucho. Lo mismo ocurre con la piel. “Si siempre aplicas los mismos ingredientes, en las mismas concentraciones, llega un punto en que la piel deja de reaccionar como antes”, agrega Antonia Schlesinger, CEO y cofundadora de Skinology.
Continuó indicando que “ahí es donde una rutina personalizada marca la diferencia: se adapta, evoluciona y mantiene activa la respuesta de tu piel. Porque sí, tu piel también necesita cambiar de estímulos para seguirse viendo radiante”.
Pero no sólo cambia la tolerancia de la piel con el tiempo. Ya que según explica Lía Hojman, nuestras condiciones de vida cambian mucho más de lo que creemos. En ese contexto, el clima, la exposición al sol e incluso los cambios hormonales como el embarazo, la lactancia o la menopausia, son factores que influyen directamente en lo que nuestra piel necesita en cada etapa. “No es lo mismo cuidar la piel en un clima seco y frío que en uno húmedo y cálido. Tampoco es igual tratar una piel en equilibrio que una que está atravesando cambios hormonales. Así como nosotros cambiamos, nuestra piel también lo hace, y pide cosas distintas en el camino”, explica Hojman.
En este contexto, es clave el uso de productos enfocados en cada persona, y que respondan con precisión a las necesidades específicas de cada piel en cada etapa, evitando así excesos o carencias de ciertos ingredientes, y asegurando una mayor eficacia y tolerancia.
Inteligencia artificial combinada con dermatología de precisión
A través de la tecnología, Skinology -startup chilena que combina dermatología de precisión con inteligencia artificial para ofrecer skincare 100% personalizado-, diseña fórmulas únicas para cada persona, las que van evolucionando y progresando para acompañar los cambios de su piel y de estilo de vida, asegurando además que su piel nunca se acostumbre a los mismos ingredientes y concentraciones.
“La industria del skincare tiende a estandarizar los tipos de piel y sus necesidades, haciéndonos creer que necesitamos una rutina compleja para ver resultados. Pero la realidad es que la mayoría de las personas no ve cambios reales porque no está usando lo adecuado para su piel. Es por eso que con Skinology buscamos simplificar y optimizar el skincare, con una rutina personalizada efectiva que se va adaptando según las necesidades de cada persona, para así lograr que exista adherencia en el hábito y mantenerlo en el tiempo”, comenta Antonia Schlesinger.
Cabe destacar que la propuesta de productos ultra personalizados de Skinology incluye las cuatro opciones que son esenciales en una rutina de cuidado: serum, crema de día y de noche y contorno de ojos; diseñados con la formulación precisa y óptima para la piel de cada usuario, para entregarles la nutrición y protección necesaria basada en las características individuales y su entorno y con ello asegurar resultados visibles con el tiempo.
Skinology está revolucionando el mercado del skincare en nuestro país rompiendo con el enfoque genérico de la industria tradicional y apostando por una rutina que se adapta a cada persona y no al revés. «La verdadera innovación en skincare está en entender a las personas en su totalidad, sus cambios, sus ritmos y sus contextos. Esa es la clave para un cuidado de la piel realmente efectivo y sostenible en el tiempo. Porque si nuestra piel evoluciona, nuestro skincare también debería hacerlo», finaliza Antonia Schlensinger.
Equipo Prensa
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